* Poderes locales
Recuerdo hace unos meses, viendo el tomate lacrimógeno local en televisión, una anécdota en el susodicho programa en que Villarán, (consejero variopinto y curioso personaje verdiblanco), contaba que le preguntaron ese mismo día si al Betis, Felipe González y los socialistas en el poder, le ayudaron y fue favorecido por ello durante la larga etapa de gobierno de los mismos.
Villarán montó en cólera, parece ser y echó mano del tópico manido de las ayudas del franquismo a los sevillistas. Lógicamente tuvo que pedir perdón públicamente por dos razones: la primera es porque no asumió todavía que un consejero de un equipo de la categoría del Betis no puede nadar en las luchas de los bajos fondos, debiendo demostrar se merecedor del cargo que ocupa y la segunda por una pura falta a la verdad al decir lo que dijo.
A mí personalmente no me parecería ni bien ni mal. Son cosas que pueden ocurrir porque no podemos evitar que en un momento determinado de la historia de esta ciudad confluyan varios gobernantes, al mismo tiempo, con una afición a unos colores que puede ser común. Lo grave es que se confabulen no solo para beneficiar a un equipo, sino para defenestrar a otro. Eso sí que es grave, teniendo en cómo se las gasta el personal que dirige esta ciudad.
Todos recordaremos no hace mucho cuando Blas Ballesteros se refería al Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán como a la “Ramona”, públicamente y sin pudor. Eran otros tiempos y con ello presentó su candidatura a consejero del Betis, cosa que consiguió no mucho más tarde.
Nuestro alcalde parece ser más comedido en estos avatares, (por la cuenta que le trae ante las urnas y le tiemblan las canillas por ello), ya que todo el mundo sabe que es más bético que el escudo. El pobre ha tenido que ir una y otra vez a recibir los trofeos del equipo rival, poner buena cara y sonrisa de cartón, (como la de Joker de Batman), y tener que rendirse ante la evidencia. Cosa mala ser alcalde y bético en estos tiempos.
El segundo de a bordo del Excelentísimo Ayuntamiento parece que no ha podido asumir todo este huracán de sevillismo en esta ciudad, sufriendo mucho por ello. Al señor Carrillo le ha tenido que ver el médico de digestivo últimamente mucho, sobre todo por su úlcera estomacal debido al “tragamiento” de bilis a causa de los éxitos del rival. Las perlas de rabia que ha dejado son para la historia, que escrita está ya. Lo de las famosas estadísticas que no se sabe bien quien las hace y que dicen poco menos que la mayoría de los ciudadanos de esta ciudad son béticos. Ello no supondría nada negativo, puesto que si una minoría es capaz de casi triplicar los títulos traídos a esta ciudad con una masa social menor es algo para sentirse muy orgulloso.
Pero esto lo hace desmintiendo otras estadísticas realizadas con más veracidad, en las que se demuestra que hay un porcentaje muy igualado en las dos aficiones, con unos cuantos sevillistas más sobre la otra afición. Algo que no tiene la menor importancia.
Lo de la portada de su libro es como para definirse a sí mismo, donde viendo que no hay donde “hincar el diente” se dedica a mentir a propios y a extraños con el tema de la inauguración del Sánchez-Pizjuán. Pero con esto ya se definió a sí mismo. Otras cosas habría que comentar con el penoso y lamentable contenido del panfleto propagandístico.
Yo no sé si con esto le hago publicidad, ya saben el dicho: hablen para bien o para mal, pero que hablen, (él se lo llevará calentito después). Pero créanme, no lo compren, no merece la pena porque se van a aburrir como ostras con estudios sociales, económicos, de población, estadísticas y otras historietas para no dormir. En medio de esa maraña de datos aprovecha para arremeter siempre contra el eterno rival.
Otro del que había que hablar es de Pepote Rodríguez de la Borbolla. Sí, ese. El presidenciable bético que lo será, (o ese cree él), metiéndose con el Sevilla FC, mintiendo además. Yo creo que si los béticos hiciesen memoria de cuando fue presidente de la Junta de Andalucía, no vería la presidencia del Betis ni de lejos.
Ya saben eso que dijo: en mi familia se alegran de que no haya ni rateros ni sevillistas en la misma. Perdonen, ¿este es socialista también?
Yo creo que los sevillistas estamos en condiciones de desmentir totalmente con pruebas el tópico de equipo favorecido de la dictadura, pero, ¿puede el Betis decir con la boca grande que no es favorecido por el poder socialista?
Señores Monteseirín, Blas Ballesteros, Emilio Carrillo y Pepote... escriban esto en la pizarra hasta que aprendan...
A mí personalmente no me parecería ni bien ni mal. Son cosas que pueden ocurrir porque no podemos evitar que en un momento determinado de la historia de esta ciudad confluyan varios gobernantes, al mismo tiempo, con una afición a unos colores que puede ser común. Lo grave es que se confabulen no solo para beneficiar a un equipo, sino para defenestrar a otro. Eso sí que es grave, teniendo en cómo se las gasta el personal que dirige esta ciudad.
Todos recordaremos no hace mucho cuando Blas Ballesteros se refería al Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán como a la “Ramona”, públicamente y sin pudor. Eran otros tiempos y con ello presentó su candidatura a consejero del Betis, cosa que consiguió no mucho más tarde.
Nuestro alcalde parece ser más comedido en estos avatares, (por la cuenta que le trae ante las urnas y le tiemblan las canillas por ello), ya que todo el mundo sabe que es más bético que el escudo. El pobre ha tenido que ir una y otra vez a recibir los trofeos del equipo rival, poner buena cara y sonrisa de cartón, (como la de Joker de Batman), y tener que rendirse ante la evidencia. Cosa mala ser alcalde y bético en estos tiempos.
El segundo de a bordo del Excelentísimo Ayuntamiento parece que no ha podido asumir todo este huracán de sevillismo en esta ciudad, sufriendo mucho por ello. Al señor Carrillo le ha tenido que ver el médico de digestivo últimamente mucho, sobre todo por su úlcera estomacal debido al “tragamiento” de bilis a causa de los éxitos del rival. Las perlas de rabia que ha dejado son para la historia, que escrita está ya. Lo de las famosas estadísticas que no se sabe bien quien las hace y que dicen poco menos que la mayoría de los ciudadanos de esta ciudad son béticos. Ello no supondría nada negativo, puesto que si una minoría es capaz de casi triplicar los títulos traídos a esta ciudad con una masa social menor es algo para sentirse muy orgulloso.
Pero esto lo hace desmintiendo otras estadísticas realizadas con más veracidad, en las que se demuestra que hay un porcentaje muy igualado en las dos aficiones, con unos cuantos sevillistas más sobre la otra afición. Algo que no tiene la menor importancia.
Lo de la portada de su libro es como para definirse a sí mismo, donde viendo que no hay donde “hincar el diente” se dedica a mentir a propios y a extraños con el tema de la inauguración del Sánchez-Pizjuán. Pero con esto ya se definió a sí mismo. Otras cosas habría que comentar con el penoso y lamentable contenido del panfleto propagandístico.
Yo no sé si con esto le hago publicidad, ya saben el dicho: hablen para bien o para mal, pero que hablen, (él se lo llevará calentito después). Pero créanme, no lo compren, no merece la pena porque se van a aburrir como ostras con estudios sociales, económicos, de población, estadísticas y otras historietas para no dormir. En medio de esa maraña de datos aprovecha para arremeter siempre contra el eterno rival.
Otro del que había que hablar es de Pepote Rodríguez de la Borbolla. Sí, ese. El presidenciable bético que lo será, (o ese cree él), metiéndose con el Sevilla FC, mintiendo además. Yo creo que si los béticos hiciesen memoria de cuando fue presidente de la Junta de Andalucía, no vería la presidencia del Betis ni de lejos.
Ya saben eso que dijo: en mi familia se alegran de que no haya ni rateros ni sevillistas en la misma. Perdonen, ¿este es socialista también?
Yo creo que los sevillistas estamos en condiciones de desmentir totalmente con pruebas el tópico de equipo favorecido de la dictadura, pero, ¿puede el Betis decir con la boca grande que no es favorecido por el poder socialista?
Señores Monteseirín, Blas Ballesteros, Emilio Carrillo y Pepote... escriban esto en la pizarra hasta que aprendan...
Publicado en eldesmarque.com 29.09.07
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