* Los estadios sevillistas
¿CAMPO DE LA TRINIDAD?
Poniéndolo entre interrogantes. Situado en el barrio de la Santísima Trinidad, junto a la antigua fábrica de vidrio, apenas era un descampado situado junto a dicha fábrica. Corría el año 1900 y el campo, cubierto de piedras, lo limpiaban los chiquillos todos los fines de semana para que los jugadores no se hicieran daño. Porterías de quita y pon y algunos locos "en paños menores" fueron el origen de una entidad que sobrepasaría el siglo de vida.
CAMPO DEL PRADO DE SAN SEBASTIÁN
Creado en el año 1.905. Ubicado junto al Parque de María Luisa, frente al Cuartel de Ingenieros de Sevilla.
Este campo ya contó con vestuarios ubicados en un quiosco cercano al campo, no estaba cerrado y el rectángulo de juego era formado por postes de madera y cuerdas. Estos terrenos eran la válvula de escape de la ciudad de Sevilla, los domingos eran numerosísimos los sevillanos que se trasladaban a esos contornos, unos para ver el fútbol, otros para negociar la venta de animales y los que más para tomar el sol y pasar un día de campo.
CAMPO DEL MERCANTIL
La dimensión del club, al que constantemente se añadían nuevos aficionados, obligaba a los dirigentes del Sevilla FC a tener un campo que reuniera las mínimas condiciones para el cada vez mayor número de espectadores. José María Miró, tercer presidente en la historia del club, fue quien se responsabilizó de su búsqueda. Negoció con el ayuntamiento de la ciudad la cesión de unos terrenos en el Prado de San Sebastián, donde actualmente se encuentran los juzgados. Debido a la cercanía de la caseta de feria del Círculo Mercantil e Industrial, enseguida fue conocido como "el campo del Mercantil".
Inaugurado en 1.912, el nuevo campo era ya un lugar especialmente acondicionado para la práctica del fútbol, pues tenía vallado interior de madera y alambres y una pequeña grada en uno de los fondos. La entrada era gratis, pero el club alquilaba sillas a los aficionados al módico precio de 15 céntimos, lo que significaba un ingreso muy interesante.
El presidente, Miró Trepats hizo un bello discurso, del que se pueden recordar estas hermosas palabras: "Nuestra norma es la disciplina; nuestro ideal, la victoria; nuestra aspiración, la fortaleza, y la admiración de los demás, nuestro premio".
ESTADIO REINA VICTORIA
El desarrollo urbanístico de la capital hispalense afecta al campo del Mercantil que, por otro lado, ya se estaba quedando pequeño para el sevillismo. el presidente Paco Alba consigue un acuerdo de arriendo con la marquesa de Esquivel para que ésta ceda al Sevilla FC unos terrenos situados en el actual paseo de la Palmera, muy cerca de la Venta de la Victoria, que da nombre al campo. El nuevo campo se inauguró en octubre de 1918 con dos encuentros contra el Sporting de Madrid (2-0 para los madrileños en el primero y empate a 3 en el segundo). Un año después, el campo de La Victoria, mejorado, con gradas en los cuatro lados del recinto y totalmente cerrado volvía a ser inaugurado, esta vez con dos enfrentamientos victoriosos ante el Real Madrid: 5-1 y 3-2.
Este estadio vería nuevos y grandes éxitos del Sevilla FC en el campeonato de Andalucía, torneo en el que siempre demostró una enorme superioridad sobre el resto de participantes.
ESTADIO DE NERVIÓN
La celebración de la Exposición Iberoamericana de 1929 en la capital andaluza significaba una gran cantidad de obras urbanas para ubicar los distintos pabellones de los países participantes y hacer las carreteras y calles de acceso, lo que obliga al Sevilla FC a dejar su estadio de La Victoria, directamente afectado por las obras.
El presidente, Juan Domínguez Osborne, junto con su directiva se ponen a trabajar de firme para hallar la alternativa más válida. Y la encuentran adquiriendo unos terrenos junto a la inmobiliaria Nervión por 200.000 pesetas, precio que incluía tanto la compra de los terrenos como la construcción del recinto.
Su inauguración tuvo lugar el 7 de octubre de 1928, en los primeros días de la nueva temporada. El estadio ya tenía capacidad para 20.000 espectadores. En unos años, volvería a quedarse pequeño...
ESTADIO RAMÓN SÁNCHEZ-PIZJUÁN
Ramón Sánchez Pizjuán tuvo un sueño para todo el sevillismo. Aunque él no pudo ver la magna obra que dejaba al Sevilla FC, el sevillismo nunca le olvidará.
El 7 de septiembre de 1958, una semana antes de comenzar la Liga, el estadio Ramón Sánchez Pizjuán, se inaugura con un encuentro amistoso contra el Real Jaén, que concluyó con empate a tres goles.
El presidente del club, Ramón de Carranza y Gómez de Pablo, marqués de Soto Hermosos, hizo el saque de honor en el nuevo estadio que iba a llevar el nombre del querido Ramón Sánchez Pizjuán. La propuesta inicial del socio 536 del Sevilla FC, Julio González Cabañas, fue muy bien acogida por los socios y directivos de la entidad.
Las obras habían tenido numerosos problemas y el presupuesto se había disparado (con los 50 millones presupuestados inicialmente no se había construido ni la tercera parte del estadio).
Finalmente, el estadio debió acabarse con la aportación de todo el sevillismo, en unos años en los que el club pasó verdaderos aprietos económicos.
Por ello, a pesar del tiempo transcurrido, el sevillismo jamás olvida que este estadio es suyo y no lo abandonará jamás.
Gran artículo Carlos. Muy ilustrativo y didáctico. También sería interesante ver los diferentes campos del vecino, lo que les costaron y sus inauguraciones. Pero bueno, eso es otra historia...
ResponderEliminarTántalo.
No me piques ¿eim? ;)
ResponderEliminar