* ALGO ESTÁ CAMBIANDO
A veces escuchamos por parte de algunos verdiblancos aquello de que por el hecho de ser béticos, sufrieron como club y como aficionados la lacra del fascismo, por su idiosincrasia obrera y republicana durante el golpe de Queípo de Llano. Es algo que nos cuentan a los sevillistas achacándonos cierta culpabilidad, ya que parece ser que el Sevilla FC era partidario de la España franquista, y que nuestros dirigentes y aficionados pertenecían a la parte nacional y en consecuencia actuamos en contra de ellos. Poco menos que éramos los mismísmos golpistas.
La base científica para afirmar esto brilla por su ausencia, ya que con papeles y documentos en la mano no son capaces de demostrar nada y por lo tanto esto no pasa de ser una leyenda urbana como las muchas que nos cuentan.
Dentro de esta variedad de relatos infumables, nos encontramos el de la destrucción por una bomba de la secretaría bética en la calle Bilbao el 18 de Julio de 1936, donde parece ser que una legión de sevillistas con el escudo en la boca, nos dedicamos a bombardear su sede y así hacer posible, Dios sabe qué, para hacerles daño como club. (contado en clave de humor)
¡Qué barbaridad!
He podido leer con cierto estupor, aunque no por ello con una carga de esperanza importante, en una muy visitada web verdiblanca, a una persona autorizada por sus conocimientos de la historia del fútbol sevillano escribir algo distinto, de lo que extraemos lo siguiente:
"...No podemos afirmar que el mismísimo Queipo de Llano, al entrar en Sevilla destruyera la Secretaría del Club, tal como afirma D. Antonio Hernández; esto, es faltar a la desconocida verdad, al rigor histórico, pues el local social verdiblanco, que se encontraba en la Calle Bilbao nº 2 "Guía del comercio e industria de Sevilla.1935 ", fue destruido por una bomba cuya procedencia era desconocida. Sin embargo, Manolo Rodríguez y Tomás Furest, en su "Historia del Real Betis Balompié. Tomo II. Ediciones BEA. 1981", afirman que "unos días después del comienzo de la guerra fue destruida la secretaría, que se encontraba en la calle Bilbao, lo cual significó un nuevo mazazo a las ya recortadas ilusiones de quienes parecían asistir al hundimiento de la Sociedad. En aquellos días, según refieren testimonios de la época, las tropas republicanas disparaban contra el Gobierno Civil, situado a las espaldas del hotel Inglaterra. Una de las bombas, que eran lanzadas por elevación, tropezó con la farola situada en la misma esquina de Méndez Núñez, y después de romperla penetró por la ventana de la secretaría destruyéndola por completo". Si bien este relato concuerda en el comentado en el "Medio Siglo de Fútbol Sevillano", de Julio César del Arco. 1957, lo cierto es que no se citan las fuentes informativas por ninguna de las diferentes partes, y ese es el verdadero problema.
Si bien es seguro que las tropas italianas aparcaran sus carros de combate en el Stadium de la Exposición y derribaran parte del Gol Sur, quedando la instalación inadecuada para la práctica del fútbol, no podemos afirmar que tal hecho estuviera orquestado por "manos negras antibéticas". Sería a considerar seriamente el enlazar este hecho, por parte del escritor, junto al anterior de la destrucción del Local Social de la calle Bilbao, para negar que el Real Betis fuera un equipo perseguido. Al respecto, béticos del momento, como el mismísimo Juan Petralanda, afirmaban que "políticamente no fuimos perseguidos, pero sin embargo existió una fortísima represión social" ( Historia del Real Betis Balompié. Tomo II. Editorial BEA. 1981). Así pues, no existió persecución como tal, ya que el escritor se utiliza unas premisas erróneas, faltas de sustento....."
Aunque en el foro donde se puede leer esto, hay determinados foreros que se resisten a creerlo y continúan con la jerga de siempre, ya saben, que mi "abuelo me contó", que "la idiosincrasia del Betis es la del equipo de los republicanos y represaliados de la guerra" y todos aquellos tópicos a los que nos tiene acostumbrados, siguen sin aportar más argumentos que los pertenecientes a una historieta tendenciosa, contada con el objetivo de hacer creer cuentos de buenos y malos, de héroes y villanos.
No son capaces de aportar nombres y hechos históricos, como así lo hacemos nosotros, donde determinadas personas sevillistas sufrieron la lacra del fascismo verdaderamente, llegando al exilio e incluso perdieron la vida por defender sus ideales.
Ya en otros post comentamos la vida de personas tan importantes para los sevillistas como Manuel Blasco Garzón y José Manuel Puelles de los Santos, aunque no fueron los únicos. A muchos sevillistas anónimos les ocurrió esto mismo y estoy convencido de que si buceamos en la historia nos encontraríamos casos muy parecidos.
¿Quiero decir con esto que no existieron sevillistas fascistas? De ninguna de las maneras. Como en la vida misma hoy nos encontramos muchos sevillistas con tendencias políticas muy variadas, así como nos las encontraremos en la parroquia bética, donde también existieron muchos personajes béticos partidarios del fascismo. La vida en los años 30 en temas políticos no difería mucho a la que nos encontramos en la actualidad en este sentido, con muchos matices debidos a las circunstancias sociales y educacionales, pero de todo había en la viña del señor.
Esta persona que ha expuesto ese texto en la web verdiblanca escribe desde el conocimiento de los datos, se apoya en otros autores y, al menos, esgrime una documentación que podrá ser más o menos discutible, pero no habla de que su abuelo le contó tal o cual cosa.
Algo comienza a cambiar.
Yo creo que la historia verdiblanca es suficientemente interesante sin necesidad de apoyarse en el club sevillista y cada vez más, con lo que hoy sabemos, hay teorías que no se sostienen por sí mismas y muchos de ellos empiezan a darse cuenta de esto, que por otro lado y en mi opinión, es la base de la conviencia de los dos clubes independientemente de la rivalidad obligada, pacífica, pero obligada.
La base científica para afirmar esto brilla por su ausencia, ya que con papeles y documentos en la mano no son capaces de demostrar nada y por lo tanto esto no pasa de ser una leyenda urbana como las muchas que nos cuentan.
Dentro de esta variedad de relatos infumables, nos encontramos el de la destrucción por una bomba de la secretaría bética en la calle Bilbao el 18 de Julio de 1936, donde parece ser que una legión de sevillistas con el escudo en la boca, nos dedicamos a bombardear su sede y así hacer posible, Dios sabe qué, para hacerles daño como club. (contado en clave de humor)
¡Qué barbaridad!
He podido leer con cierto estupor, aunque no por ello con una carga de esperanza importante, en una muy visitada web verdiblanca, a una persona autorizada por sus conocimientos de la historia del fútbol sevillano escribir algo distinto, de lo que extraemos lo siguiente:
"...No podemos afirmar que el mismísimo Queipo de Llano, al entrar en Sevilla destruyera la Secretaría del Club, tal como afirma D. Antonio Hernández; esto, es faltar a la desconocida verdad, al rigor histórico, pues el local social verdiblanco, que se encontraba en la Calle Bilbao nº 2 "Guía del comercio e industria de Sevilla.1935 ", fue destruido por una bomba cuya procedencia era desconocida. Sin embargo, Manolo Rodríguez y Tomás Furest, en su "Historia del Real Betis Balompié. Tomo II. Ediciones BEA. 1981", afirman que "unos días después del comienzo de la guerra fue destruida la secretaría, que se encontraba en la calle Bilbao, lo cual significó un nuevo mazazo a las ya recortadas ilusiones de quienes parecían asistir al hundimiento de la Sociedad. En aquellos días, según refieren testimonios de la época, las tropas republicanas disparaban contra el Gobierno Civil, situado a las espaldas del hotel Inglaterra. Una de las bombas, que eran lanzadas por elevación, tropezó con la farola situada en la misma esquina de Méndez Núñez, y después de romperla penetró por la ventana de la secretaría destruyéndola por completo". Si bien este relato concuerda en el comentado en el "Medio Siglo de Fútbol Sevillano", de Julio César del Arco. 1957, lo cierto es que no se citan las fuentes informativas por ninguna de las diferentes partes, y ese es el verdadero problema.
Si bien es seguro que las tropas italianas aparcaran sus carros de combate en el Stadium de la Exposición y derribaran parte del Gol Sur, quedando la instalación inadecuada para la práctica del fútbol, no podemos afirmar que tal hecho estuviera orquestado por "manos negras antibéticas". Sería a considerar seriamente el enlazar este hecho, por parte del escritor, junto al anterior de la destrucción del Local Social de la calle Bilbao, para negar que el Real Betis fuera un equipo perseguido. Al respecto, béticos del momento, como el mismísimo Juan Petralanda, afirmaban que "políticamente no fuimos perseguidos, pero sin embargo existió una fortísima represión social" ( Historia del Real Betis Balompié. Tomo II. Editorial BEA. 1981). Así pues, no existió persecución como tal, ya que el escritor se utiliza unas premisas erróneas, faltas de sustento....."
Aunque en el foro donde se puede leer esto, hay determinados foreros que se resisten a creerlo y continúan con la jerga de siempre, ya saben, que mi "abuelo me contó", que "la idiosincrasia del Betis es la del equipo de los republicanos y represaliados de la guerra" y todos aquellos tópicos a los que nos tiene acostumbrados, siguen sin aportar más argumentos que los pertenecientes a una historieta tendenciosa, contada con el objetivo de hacer creer cuentos de buenos y malos, de héroes y villanos.
No son capaces de aportar nombres y hechos históricos, como así lo hacemos nosotros, donde determinadas personas sevillistas sufrieron la lacra del fascismo verdaderamente, llegando al exilio e incluso perdieron la vida por defender sus ideales.
Ya en otros post comentamos la vida de personas tan importantes para los sevillistas como Manuel Blasco Garzón y José Manuel Puelles de los Santos, aunque no fueron los únicos. A muchos sevillistas anónimos les ocurrió esto mismo y estoy convencido de que si buceamos en la historia nos encontraríamos casos muy parecidos.
¿Quiero decir con esto que no existieron sevillistas fascistas? De ninguna de las maneras. Como en la vida misma hoy nos encontramos muchos sevillistas con tendencias políticas muy variadas, así como nos las encontraremos en la parroquia bética, donde también existieron muchos personajes béticos partidarios del fascismo. La vida en los años 30 en temas políticos no difería mucho a la que nos encontramos en la actualidad en este sentido, con muchos matices debidos a las circunstancias sociales y educacionales, pero de todo había en la viña del señor.
Esta persona que ha expuesto ese texto en la web verdiblanca escribe desde el conocimiento de los datos, se apoya en otros autores y, al menos, esgrime una documentación que podrá ser más o menos discutible, pero no habla de que su abuelo le contó tal o cual cosa.
Algo comienza a cambiar.
Yo creo que la historia verdiblanca es suficientemente interesante sin necesidad de apoyarse en el club sevillista y cada vez más, con lo que hoy sabemos, hay teorías que no se sostienen por sí mismas y muchos de ellos empiezan a darse cuenta de esto, que por otro lado y en mi opinión, es la base de la conviencia de los dos clubes independientemente de la rivalidad obligada, pacífica, pero obligada.
En el mismo hilo y del mismo autor podemos leer:
ResponderEliminar“Otro capítulo más, que alejaría definitivamente al Betis de la "persecución", sería el ejemplo del año 1949, en que tres ilustres béticos ocupaban altos cargos federativos, entre los que se encontraba D.José María Domenech, como Presidente de la Federación Andaluza de Fútbol. O en 1949, con el Capitán D. José Rodríguez Caso; o en 1953, en que el Secretario de la Entidad Verdiblanca fue el mismísimo General D. Eduardo Sáenz de Buruaga....”
“Por todo lo dicho, descartaría que se pudiese afirmar existiera algún sentimiento antibético, y menos aún, repito, una persecución contra la Entidad Verdiblanca. Por ejemplo, el Real Betis asciende en 1942 a Primera División -Aunque después bajara de nuevo-, y esa circunstancia también es a tener en cuenta.”
“En otro orden de cosas, usted sabrá quizá que durante la Temporada 1935-36, el Real Betis sufre una crisis económica galopante; de hecho, durante los compases finales de la Temporada llegaron a darse de baja nada menos que 700 socios -incluso numerarios-, y el Club estuvo al borde de la desaparición (Correo de Andalucía, 4,13,14,16 de mayo de 1936). La Guerra Civil fue el cúlmen de todo, pero el Club siguió adelante....”
Eso sí, sigue con Loren, Antúnez, el 22-0, los tranvías...
Démosle tiempo. De momento se ha abierto la grieta para que la nueva generación de béticos se vaya dando cuenta de lo que es historia, lo que es leyenda y lo que es mentira.
Es muy común por estos lares ver una mayoría impúber, tanto en foros, como en la blogosfera. Contra eso es muy difícil luchar ya que tienen una nula capacidad de debate en estos aspectos.
ResponderEliminarSimplemente se cierran en banda y defienden contra viento y marea sus creencias. Dan más crédito a aquello que les han contado sus papas, y que han ido aprendiendo de generación en generación, a aquello que se les expone con detalle y precisión.
Aunque, por otra parte, esto puede llegar a ser hasta entendible.
Tan solo un tanto por cierto escaso pone en cuarentena su credo y se arranca a discutir con un mínimo de sensatez. Aunque lo más común es que den la callada por respuesta, imagino que agachando la cabeza.
Pero, poco a poco, yo también voy captando un principio de... creo que aceptación de la realidad. Creo...
D. Carlos siempre que aparece este tema una pregunta me hago. ¿Por qué los béticos han asumido su canon de victima? Es porque el SFC era, es y será siempre mejor equipo, por nacer después que el SFC, por los bulos de los periodistas de antes y de hoy que escriben, o será un conjunto de todo. Lo cierto es que no pueden desprenderse de ese victimismo lo veo y oigo casi todos los días.
ResponderEliminarCuando se remodele el estadio espero visitar un museo grande con muchos acontecimientos de nuestro SFC, y que sea otra de las visitas obligadas en el itinerario de Sevilla para ver, interactivo, bonito y atractivo para los que deseen saber algo más del mejor equipo del sur de España.
CASTA Y CORAJE.
16
Cornelio, como sigan así van a terminar por cerrar este blog. :)
ResponderEliminarEs motivo de alegría que poco a poco, algunos vayan abriendo los ojos y no solo repitan "aquello que les contaron o lo que siempre ha sido así".
ResponderEliminarAún queda mucho trabajo por hacer en ese sentido Carlos, asi que tu blog aún tiene mucho trabajo por delante, porque hay algunos, que nunca darán rectificarán y preferiran morir defendiendo su mentira que aceptar una verdad que derrumbe aquello en lo que han creído ciegamente tantos años y en lo que incluso han basado el amor a su club.
A CURVA ILEGAL
ResponderEliminarImagina el escenario en esa época:
El Sevilla FC ha ganado hasta ese momento 17 ediciones de 20 posibles de la Copa de Andalucía y en las 3 que no ganó fue subcampeón.
Era la máxima competición a la que se podía aspirar.
En 1935 ganamos la Copa Presidente de la República, (Campeonato de España)y casi todos los torneos que nos jugamos contra ellos.
Poco después ganamos la liga y el resto de las copas del Campeonato de España.
Por no hablar de lo que ganamos estos años atrás.
Sobre lo que dicen y cuentan puede tener una explicación lógica.
Pero también te digo una cosa, no pensemos que fuimos santos y en algo meteríamos la pata.
Un saludo
No sabemos bien el contenido de la enciclopedia no-nata del señor Carmona, pero mucho me temo que supondría un paso atrás por la inquina hacia el Sevilla FC le tiene este caballero.
ResponderEliminarEsa enciclopedia si algún día ve la luz, supondrá el palo ardiendo al que agarrarse lo escepticos a los datos y documentación objetiva de l ahistoria del fútbol sevillano.
Un paso adelante y dos hacia atrás.
Abrir los ojos? Ver la luz? Aceptar una Historia contada por unos mayores analfabetos y con el tarro comido? Odio al superior?.
ResponderEliminarVamos a mirarnos un poquitin la joroba, no? Algo de cierto habria tambien, no?
Un sevillista crítico que viendo como es politicamente hoy nuestro maximo dirigente, entiende, que algo parecido podria haber en aquellos años.
No sé, señor anónimo, no termino de entenderle, si pudiera ser un poco más explícito.
ResponderEliminarUn saludo.
Si el Sevilla fuera un equipo victimista, seguro que estaríamos quejándonos lastimera y constantemente del trato que recibimos de la TV pública andaluza y de otros estamentos autonómicos y municipales regidos por béticos (con ejemplos tan reales, como el frenazo burocrático de papeles hacia el remodelamiento del Sánchez Pizjuán, etc, etc.).
ResponderEliminarCreo y esto lo estamos viviendo ahora (no hace 60 o 70 años) que la llegada al poder político andaluz de una partida importante de elementos béticos militantes socialistas, no de base precisamente, haya tenido su influencia en el poco favor mostrado política y mediáticamente hacia el equipo más grande de esta tierra. Se imaginan la TV pública catalana o la vasca, intentando mediatizar y silenciar al Barsa o al Athletic. Es algo inconcebible. Pero aquí, en Andalucía es normal, tan normal como la envidia y el odio hacia el hermano que triunfa. Esto está en los genes negativos de los andaluces.
Consecuencias de este poder y de nuestra idiosincrasia ha sido, también, la llegada de un colectivo periodístico importante, al olor del arribismo o del color imperante, de escaso valor profesional pero de alto valor peloteril y dañino.
El Betis sintiéndose casi siempre inferior al Sevilla, a lo largo de su historia, ha jugado el papel que juegan los que tienen este complejo o sentimiento de inferioridad. El papel de víctima para ganarse el favor humanitario de la gente. La simpatía del “pobresito”, o según su dueño, de las “criaturitas”. “Pobresito, qué lastima” es su slogan. Y como siempre tiene que haber un malo que tiene a esa criatura así, pues ahí ponen al Sevilla. Es una forma de hacer proselitismo. Tan antigua como la vida misma.
Sería interesante que algún sociólogo desgranara esta historia de amores, desamores y envidias de la mayoría, no de todos, de los seguidores béticos. Descubrí hace mucho tiempo, y ya soy mayorcito, que no existían “verdaderos béticos”, sino “anti-sevillistas”. Recuerdo que la mayoría de los que se llamaban béticos no habían visto nunca jugar a “su equipo” (vamos que no se gastaban ni un duro en el Betis) y discutían con los sevillistas para “chincharlos”. Actos como el ocurrido con la Portada de la Fería, en el centenario del Sevilla, son ejemplos de ese anti-sevillismo patético y pintoresco.
No creo mucho en los cambios. Me temo que seguirán con su letanía, con sus cuentos de Calleja (que no historias) y con su “zeñorito”, el “esaborío zeñor de las victimas” en su peana.
Baretti
Sobre políticos y fútbol me quedo con una frase que le escuché a Alfonso Guerra.
ResponderEliminarAl ser preguntado para saber de qué equipo era contestó:
"Yo, como todos los que no entendemos de fútbol en Sevilla, soy del Betis."