* LA HISTORIA SIGUE ESCRIBIÉNDOSE
El Club de Fútbol de Sevilla no tuvo nunca ninguna pretensión política, ni de status en su nombre, ni en su escudo. Tan solo los signos propios de la ciudad a la que pertenece; sus siglas, un balón y los colores que le distinguen: el blanco y el rojo.
Por ello es el club “blanquirojo”, aunque sus himnos hablen de “rojiblanco”. Un himno –el antiguo- que habla de la gloria, del juego de filigrana y del arte y el salero de su equipo. Habla así mismo de cómo una afición lleva en volandas a su equipo a ganar, que tanto hizo disfrutar a generaciones enteras desde hace más de un siglo.
Nada de coronas ni otros signos de prepotencia. No faltaron ocasiones para que el Sevilla fuese “Real Sevilla”, pero su propia idiosincrasia e ideario se lo impedía:
“Todos los hombres de cualquier nivel social, ideas religiosas o políticas, tendrán aquí cabida ”
Nada de militares de cruel carácter y fatal destino para los sevillanos en su historia; la emergente nueva burguesía de principios del siglo XX dio nacimiento a este club que fue el primero que permitió que pudiesen jugar personas de otros status sociales más bajos, debido entre otros factores, a los nuevos aires venidos de Europa y que empapaban a los dirigentes sevillistas en aquel momento, aunque no negaremos que jugaban como los ángeles.
Una historia de goleadas increíbles, de estadios, de avatares históricos, de gestas, de grandes jugadores que nos llevaron a la gloria, de jugadas de fantasía, de público entregado y rendido al juego de su equipo, de presidentes y dirigentes de indiscutible liderazgo ante su crítica afición, de entrenadores de perfil rocoso y de escuela sevillana que deslumbró a media España.
Una historia de delanteras aguerridas y de líneas que imprimían temor en sus adversarios, de copas y trofeos de plata dorada, aunque algunos se empeñen en verlas de blanco y negro. Una historia de porteros que volaban hasta el infinito y más allá, de jóvenes promesas que se convirtieron en realidad, surtiendo al fútbol mundial de maravillosas gestas y de admiración …
Pero también una historia de guerras cainitas, prensa traidora, trágicas muertes en el terreno de juego, dolor de la afición e imágenes desgarradoras, de personajes obtusos y de envidiosos irremediables.
La historia -una historia más veraz- se está escribiendo. Con documentos, con imágenes, de hemeroteca y testimonios. No aquella que nos contaron otros tendenciosamente y en provecho propio para ocultar su propias miserias. Una historia documentada, nunca basada en obras repetitivas de antaño, plantada en la realidad y en las evidencias.
Discutible siempre, aunque arraigada en su base documentada, pronto tendremos un libro que hablará de estas cosas de nuestro Sevilla FC y del fútbol sevillano en general, como no podría ser de otra manera.
En 3-4 meses estará en la calle -en forma de libro- para aquellos que nunca aceptamos que nos contaran nuestra historia a su antojo.
Que no te la cuenten otros.
Espero que se ponga a la enta en las tiendas del club y que este le de máxima difusión (al menos a nivel nacional)(Es lo mínimo despues del escaso apoyo que ha brindado para la ardua tarea de investigación que llevais a cabo).
ResponderEliminarMi más sincera enhorabuena.
Yo ya mismo estoy reservado uno...
Perfecto!!.
ResponderEliminarYa sabes, que si puedo ayudar... no tienes más que decirmelo.
Un abrazo!!.
MAGNÍFICA NOTICIA !!
ResponderEliminarLástima que no haya estado a tiempo para estas fechas. Habría sido un estupendo regalo para muchos.
IREMOS HACIÉNDOLE EL HUECO QUE LE CORRESPONDE.
Un saludo.
Que si Neandertal, que si el de Atapuerca, que si el de Orce.
ResponderEliminarDesde el origen de la Humanidad, los que son realmente investigadores admiten la aparción de nuevos datos y reconocen, hasta felicitando a sus colegas, que cambien la historia conocida.
Cada vez que se comienza una obra en Sevilla, un equipo de arqueólogos "repasa" lo que les dice nuestro subsuelo para añadir datos a la historia de Sevilla.
Nadie duda de los hallazgos, como mucho, pueden expresar diferentes interpretaciones cuando aparece un "denario".
Esperemos que cuando vea la luz este libro de páginas de historia sevillista llenas de polvo, los que se hacen pasar por "historiadores" den el nivel que la "rigurosa comunidad ciéntifica" se merece.
Aunque para algunos no seáis más que la "sección hemeroteca" de los Biris, la HISTORIA de Sevilla os lo agradecerá con el tiempo.
Enhorabuena.
Sr. Romero;
ResponderEliminarLes deseo que la obra tenga todo el éxito del mundo. NO dudo que la misma estará sustentada en datos constrastados y rigurosos, como no podía ser de otra manera.
Mi más sincera enhorabuena por adelantado.
Conozco otro investigador que viene realizando un estudio similar titulado "La vergüenza de nuestra Ciudad", en el que desmiente uno por uno todos los mitos que los béticos han creado en torno a su club.
ResponderEliminarPara que se hagan una idea, es mentira que tengan el título de Real, no está publicado en el B.O.E. ni en ningún sitio, y así todo.
Estoy deseando comprar su libro y el del otro investigador y prometo hacer proselitismo entre mis amigos para que los compren.
Saludos.
ResponderEliminarExcelente noticia.
Y es excelente porque sospecho que la base documental será esencial, indiscutible y palpable.
Quizás y de una vez por todas, acabemos por quitarnos de encima las etiquetas que nos han colocado, falsamente, durante décadas.
De igual forma, espero con ansias el estudio "La vergüenza de nuestra Ciudad" que nos anuncia "anónimo". También aquí descubramos bulos y mentiras que se han mantenido en el tiempo por intereses particulares.
Cuidaros.
Fué una lástima que anoche en la Junta de accionistas nadie hiciese ninguna mención de apoyo a la investigación de nuestra historia pues parece que no tiene ningún valor.
ResponderEliminarEspero que con el tiempo también seamos pioneros en el desarrollo e investigación del pasado.
Un abrazo hermanos
Una socieedad como el Sevilla FC no puede permitirse no ser puntera en esto también.
ResponderEliminarSeremos un club con interés en su pasado, es cuestión de tiempo, esperemos que no mucho.