Miró y el “Sport” en Sevilla
A principios del siglo pasado, España estaba inmersa en una depresión de dimensiones colosales. La pérdida de Cuba supone un mazazo para los distintos estratos sociales del país. La pobreza hace estragos y las disputas políticas, con una monarquía vetusta y sin intención clara de gobernar para sus habitantes, no ayudan demasiado.
En Sevilla el panorama no mejoraría mucho. Como bien investigó nuestro amigo Antonio Ramírez, Sevilla sufrió en 1905 dos de las tres nevadas ocurridas en el siglo XX y una de las peores sequías que se recuerdan por aquella época.
Ello derivaría en una gran hambruna. La última hambruna conocida en Europa.
Los cultivos no producen el mínimo necesario para alimentar a la población. Azorín desde el periódico “El Liberal”, nos informó ampliamente de estos hechos acaecidos en pueblos como Osuna, Carmona, y especialmente de Lebrija donde fue verdaderamente una hambruna feroz.
En este ambiente es donde se fundaron, organizaron y desarrollaron sus primeros pasos los equipos sevillanos.
Mientras vimos anteriormente en otros artículos cómo el equipo bético en sus inicios, se creaba alrededor de la palabra “España” y de la castellanización del término “foot-ball” convertida en “Balompié”; analizaremos como el Sevilla FC se monta sobre la marcha en el tren del Regeneracionismo desde su misma concepción.
Esta tendencia política incide en enfoques sobre la preocupación angustiada por el atraso de España y la búsqueda de soluciones para crear un moderno Estado a partir de la imitación de técnicas e ideologías extranjeras y de la exaltación de un nuevo patriotismo.
Esta necesidad de modernizar con realizaciones concretas, pasaba por una educación moderna y técnica y por una renovación física y espiritual. Se hace una crítica del oscurantismo español y del progreso europeo así como de la propuesta de soluciones que ampliará al mundo iberoamericano. En el mundo artístico y literario nos encontramos a Miguel de Unamuno como el máximo exponente de esta corriente.
El Regeneracionismo deportivo se basaba en 3 pilares:
1.- El deporte como fuente de salud.
2.- El deporte moderno como expansión afectiva.
3.- El deporte moderno como medio para formar un hombre nuevo.
Pero dentro de esta tendencia regeneracionista nos encontramos con distintas diferencias en cuanto a su interpretación entre los dos clubes sevillanos -que coinciden en su fundación en el tiempo- y que radica en la propia idiosincrasia de sus componentes fundadores.
Por un lado tenemos al equipo bético cuyos socios provienen del entorno militar y que se encuentran estudiando en la Escuela Politécnica de Sevilla preparando sus estudios para llevar a cabo la carrera castrense. El patriotismo y la exacerbación de los símbolos patrios se manifiestan –entre otros- en el primer escudo compuesto por los colores nacionales dentro de un círculo, (símbolo que engloba la protección y defensa del estado), como así lo expresó Don Juan del Castillo, presidente y tesorero por aquellos años del equipo bético. También nos encontramos con la petición expresa que realizan a Don Mariano de Cavia para castellanizar el anglicismo “Foot-Ball”, rechazando de plano toda la parte de corriente europea que la esencia del Regeneracionismo demandaba como espejo donde reflejarse. Y por último podemos comprobar esto por el primer nombre que utilizó para darse a conocer :“España Balompié” que contenía todos los elementos concentrados y la esencia de la ideología.
Posiblemente este fue el primer escudo usado por el precursor del Betis,
el "España Balompié", consistente en un círculo conteniendo los colores nacionales.
Terminaría -tras pocos años de andadura- el equipo bético siendo un club de tendencia monárquica, como así lo refrenda el nombramiento como club “Real”.
Por el otro tenemos al Sevilla Football Club, donde la mayoría de sus componentes vienen de estudiar en Europa, algunos de Inglaterra, (Ybarra, Gallegos, etc), otros de Suiza, (los hermanos Zapata y los Lafita) y alguno que provenía de Francia, (Bezard), unido a algunos ingleses de la colonia comercial en Sevilla.
El equipo sevillista se muestra más abierto a la fundamentación del regeneracionismo en su base argumentativa y es más fiel debido a que sus componentes extraen para su club otras vivencias y experiencias del extranjero; son capaces de esgrimir elementos suficientes para comparar a España con otros países y son fieles militantes en pro de la consecución de los objetivos. Los conceptos de “España” y de “Patria” no son lo fundamental en el ideario sevillista, como hemos visto en el Balompié, la internacionalización y su idiosincrasia cosmopolita son obvias por la composición heterogénea de sus socios fundadores y las costumbres difieren mucho por sus experiencias.
No obstante, en octubre de 1908 –tan solo 3 años después de su oficialización- cuenta la “Sociedad de Football” de Sevilla con 80 jóvenes y forman 5 equipos, algo muy complicado de conseguir teniendo en cuenta que el incipiente “sport” que comenzaba a dar su primeros pasos importantes, no era bien aceptado por la sociedad sevillana por diferentes motivos. Así mismo se alinean con las tesis republicanas de Montes Sierra, presidente del Partido Republicano.
El Sevilla FC nació fruto de una idea de cambio con respecto a la sociedad sevillana y española en el que se hallaba inserto y la rivalidad con el otro club de la ciudad no será solo deportiva, es como siempre fue, también ideológica.
Tras todo este largo preámbulo, queremos hablar de un presidente de aquellos años, Don José Mª Miró Trepats, tercer presidente sevillista.
De origen catalán, llegó a Sevilla en torno a 1907, obligado por las creencias médicas del momento, a cambiar de clima debido a una enfermedad pulmonar. En Barcelona regentaba un tostadero de café y a su vez tenía una cadena de establecimientos hosteleros por toda España. Cuando llegó a Sevilla se puso al frente del “Café Tupinamba”. Sería el Café un lugar de encuentro de los socios sevillistas, donde departían sus coloquios, intercambiaban ideas y cómo no, organizaban su club.
Miró Trepats fue el máximo exponente del Regeneracionismo dentro del Sevilla FC, teniendo en cuenta que todos comulgaban con la idea.
A Don José María no le pilló por sorpresa la práctica del nuevo “sport” en Sevilla, no en vano fue el presidente y socio fundador del Español de Barcelona y posiblemente se acomodó rápidamente a la actividad de la gestión “footballistica” y se ofrecería –con toda seguridad- para colaborar.
Junto a Carlos García Martínez y Francisco Javier Alba formó un triunvirato económico-social de una importancia vital para el Sevilla FC de aquellos años y pone en marcha en 1913, con él ejerciendo de presidente, el único campo con medidas reglamentarias existente en el sur de España, con la peculiaridad de tener, además, un vestuario.
Cuando decimos que Miró fue el máximo exponente del regeneracionismo en Sevilla no lo decimos gratuitamente, lo hemos comprobado en las crónicas de la época. A Miró podemos otorgarle el honor de haber sido el impulsor de los primeros pasos del deporte entendido como tal y practicado por todos/as.
En aquellos años, el “sport”, (recordemos que el vocablo “deporte” comenzaba a conocerse en esos momentos), era practicado solo por personas de determinadas clases sociales, en especial las altas, y con deportes como el “Tiro de pichón”, la “Hípica”, en ocasiones el “Remo” organizados en sus “Rowlings Clubs” y poco más. El atletismo no era conocido en la ciudad.
Sin embargo Miró Trepats, (un hombre que no podía practicar deporte por la tuberculosis que padecía), puso en marcha determinadas “jornadas sportivas”, las primeras organizadas en la ciudad hispalense:
El alma del actual movimiento deportivo sevillano…
Pero no serían los únicos eventos deportivos organizados por este “sportman de espíritu” :
Esta es una prueba clara del espíritu que ostentaba el club sevillista en claro compromiso con el espíritu y el fomento del deporte entre los jóvenes sevillanos, (tal y como nos contaba el blog ayeryhoysevillista en una maravillosa entrada), donde se les define como la única entidad dedicada a estos menesteres en la ciudad y no solo con el fútbol, sino con otros deportes.
Jose María Miró Trepats supuso un ante y un después del status del deporte en la ciudad de Sevilla. Su aportación no debe quedar en el olvido por su importancia. Su sevillismo se hizo patente y dejó huella en esta ciudad.
Partió para tierras madrileñas para emprender nuevas aventuras relacionadas con el deporte y poco más sabemos de él.
Interesante historia amigo Carlos.Espero que haya disfrutado del merecido descanso. Saludos.
ResponderEliminarSaludos.
ResponderEliminarUn inmenso placer leerte de nuevo, amigo.
Debes haber tenido un plácido descanso porque te leo pletórico de energías.
Energías para seguir demostrando, sin duda posible, que tanta falacia sobre los sevillistas son, necesariamente, interesadas y falsas.
Esa manipulación histórica, otra más, solo pretende proyectar en otros sus propias vergüenzas.
Felicidades y ya volvemos a tener a todos los favoritos, al primer equipo, trabajando por y para el sevillismo.
Un abrazo y cuídate.
Lo primero, felicitarnos por la reaparición de nuestro amigo Carlos. Después, quitarnos el sombrero y hacer reverencias por tan magnífico post: claro, contundente y e-v-i-d-e-n-t-e. Gracias también por la alusión.
ResponderEliminarEstupendo, y me alegro de verle, Carlos.
ResponderEliminarEl deporte popular a principios del siglo XX era una quimera. Algunos baños en el río o la cucaña.
Los sports era para la "gente bien".
Hasta 1901 no hubo un proyecto de Carlos Cañal de hacer un gimnasio municipal, para los niños de los colegios, en el Huerto de Mariana.
Prácticamente era lo que hoy conocemos con los cacharritos del parque. No tengo constancia de que se llegara a realizar, pero fue el primer intento.
Así que lo que hizo Miró tiene mucho mérito.