Tran-Autobús al Stadium
Ya escribimos anteriormente sobre estas cosas del tranvía a Heliópolis.
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Por Cornelio:
Alguna vez en esas librerías de cosas viejas se encuentran joyas esperando que se les saque brillo. Hace poco di con un libro que es una delicia en todo su contenido, pero que, además nos aporta nuevos datos sobre lo que ya comentamos sobre los tranvías a Heliópolis.
Las citas extraídas casi no precisan comentario.
Tanto los textos, como las imágenes, recogidos pertenecen al libro:
“Sevilla y sus tranvías (apuntes y recuerdos de una historia perdida)”
Emilio Jiménez Díaz. Sevilla, 1979.
El primero de los extractos corresponde al proyecto de obras, de 1927, de las líneas del tranvía con motivo de la Exposición Iberoamericana. En este proyecto se incluye “doble vía a la Palmera para el servicio deportivo al Stadium”. Como otros tantos proyectos, no se llegó a llevar a cabo, y lo que no se hizo antes del 29... ya sabemos lo que pasó después.
“Para lo único que tal vez sirviese la Exposición Iberoamericana, fue para llevar a cabo uno de los más grandes proyectos de ordenación urbana acometidos en nuestra ciudad con lógica visión de futuro.
Pero ¿y la vida tranviaria de aquellos años? Como siempre, la Compañía de Tranvías no perdía puntada y la junta de accionistas comprendió perfectamente que el movimiento esperado de visitantes podía aumentar gigantescamente sus nunca mermadas arcas. Por ello, y con miras al certamen, el 6 de octubre de 1927 presenta un escrito al Ayuntamiento en el que se da cuenta de las reformas necesarias para la Exposición. Dentro de estas reformas existía la creación de una nueva vía en Eritaña, sustituyendo los carriles por otros más modernos, llamados de "garganta", entre la Enramadilla y Eritaña, con el objeto de garantizar un servicio rápido, intenso y constante; doble vía a la Palmera para el servicio deportivo del "Stadium"; supresión de la línea del parque hasta finalizada la Exposición -corriendo las obras de desmantelamiento de vías y cables, así como las instalaciones una vez finalizada la por cuenta del Ayuntamiento-; creación en el centro neurálgico de La Campana de una doble vía y de otra en la Pasarela y la Plaza Nueva, para aumentar el tráfico en un veinte por ciento, lo que supondría -seguía diciendo el escrito- un aumento de un millar de personas por hora, quedando la cifra en dos mil pasajeros transportados cada sesenta minutos.
Como podemos ver, la Compañía de Tranvías madrugaba en sus proyectos de cara a la Exposición, aunque el público se preguntaba si esos coches viejos, de asientos incómodos, de bajos techos, antiestéticos y desvencijados, iban a circular por Sevilla durante la época del certamen. Público usuario y empresa tranviaria siempre estaban encontrados, por aquello, quizá, de que obras son amores y no buenas razones. Al parecer, no todas esas reformas pedidas en el escrito al Ayuntamiento de la ciudad se llevaron a cabo, por "dimes y diretes" sobre quién tenia la obligación de pagar el levantamiento de las vías, etc.” (pg.92 y ss.)
En 1930 la Feria coincide con la Exposición Universal (se clausuró el 21 de junio de 1930), lo cual motivó su traslado al Sector Sur.
Comoquiera que la compañía concesionaria del tranvía campaba a sus anchas, se produce un conflicto con los taxistas y nos enteramos de las tarifas que se fijan tanto para los taxis, como para los tranvías y autobuses.
“Por fin, en una nota de la Delegación de Tránsito Rodado, correspondiente al 14 de abril, se reflejaba la petición hecha por los patronos de taxis, sometiéndose ese ilegal “servicio de autobuses” obligatoriamente, a unas tarifas e itinerarios impuestos por la citada delegación.
Este año, por causa de la Exposición (...) la Feria de Abril hubo de trasladarse provisionalmente a los terrenos del Sector Sur. La Compañía, ávida, como siempre, de captación de grandes ingresos, compró -por fin- coches nuevos y se dispuso a utilizarlos para este largo trayecto. Para ello, la empresa disponía de doce flamantes coches tranvías y dieciséis autobuses, anunciando a los medios de comunicación que saldrían tranvías cada minuto y medio y que 10.000 personas por hora podrían ir al ferial en este medio de transporte.
Para que no se pudiera incurrir en graves defectos de márgenes comerciales, la Delegación de Tráfico Rodado inserta en los periódicos locales la lista de tarifas especiales para el transporte a la Feria. Para los taxis rigen las siguientes normas: desde la Macarena a la Feria, 0,80 por asiento. Desde la Plaza de San Francisco, Reyes Católicos y Puerta Osario a la Feria, 0,60 por asiento, rigiendo para el servicio de la población los precios ordinarios, siendo dobles los mismos hasta el recinto ferial.
Tocante al servicio de tranvías, se ofrecen estas normas: desde la Plaza de San Francisco a Eritaña, 0,20 el billete, costando 0,15 desde Eritaña a Guadaira, o, lo que es igual, desde la Plaza de San Francisco a la Feria, 0,35 pesetas.
El servicio de autobuses es más caro: desde la Plaza de San Francisco a Eritaña cuesta 0,40 por persona, para poder enlazar desde aquí con el servicio de tranvías. Y desde la misma plaza a la puerta de la Feria, `unto a los Hoteles del Guadalquivir. 0,75 pesetas por persona. (pg. 106 y ss.)”
Autobús de la Compañía de Tranvías que prestó servicio durante la Exposición.
Durante la Exposición, como no había servicio de tranvías, había que cubrir las necesidades del personal que quisiera ir a ver algún partido al Stadium. No había tranvías, por lo cual se usaba el “Tran-autobús”, que fue el “protoautobús” de Sevilla.
El precio se entendía desorbitado: “tres reales”.
“Ésta, a grandes rasgos, como pretendemos en estos nostálgicos apuntes, es la historia de la iniciación de los autobuses en nuestra ciudad; autobuses complementarios, que nunca tuvieron la importancia extraordinaria de sus hermanos los tranvías, que, al hacer el recorrido de todas las líneas ciudadanas, eran más frecuentados por la masa; utilizando los "Saurers" y "Minervas" sólo en los días festivos: para trasladarse a los encuentros futbolísticos o para salirse de madre en esos otros encuentros -que nos imaginamos caldeadísimos- de los mítines monárquicos, para en los que, en muchísimas ocasiones -pagado por los partidarios y líderes de la Corona- había también servicio "gratis".
Y, a propósito de encuentros, vemos lo que nos dice "Don Cecilio", sobre el precio de los billetes hasta el "Stadium", (actual campo del Real Betis Balompié), que costaba la cantidad "desorbitada" de setenta y cinco céntimos:
"¡Qué horror! ¡Válgame Jesús!
¿Dónde el estadio estará
que tres reales ir allá
nos lleva el "Tran-autobús"?
Por ese precio "non plus"
se va a Tocina también,
y logra usted que le den
billete para Salteras
¡y por poco más, a Utrera
lo llevan a usted en tren!"
Si un día os da por hacer un post sobre nuestros partidos en el “Stadium”, ya sabéis lo que costaba el “Tran-autobús”.
Permítame Sr. Cornelio ser el primero que le felicite por lustrarnos, que para eso estoy enchufado aquí.
ResponderEliminarUn abrazo.
Don Cornelio Moliní.
ResponderEliminarJo que tio.
¿Los precios tambien los ponia el Sevilla fc?
ResponderEliminarSaludos
Saludos.
ResponderEliminarYo llegué a viajar en el tranvía de Puebla a Sevilla y viceversa.
Y mi recuerdo más vívido son las escenas de la gente arrojando las bolsas de estraperlo por las ventanas, cuando estábamos cerca del Fielato, en la dehesa de Tablada.
Alguien, situado delante, avisaba de que había carabineros y eso provocaba que los desgraciados que pretendía ganarse unas pesetas con frutas y verduras, tuvieran que deshacerse de sus talegas.
Llegados al punto de control, registro y detenciones, llegado el caso, con maneras poco edificantes.
Gracias, me has hecho recordar imágenes que tenía olvidadas.
Cuidaros.
No, el Sevilla hacia que los pobres béticos tuviesen que ir andando los días de partido :D
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