LOS PRESIDENTES CUENTAN LA HISTORIA
No deja de ser curioso cómo a la hora de investigar sobre la historia del fútbol sevillano, nos bastarían las declaraciones de los presidentes y los directivos en los medios de comunicación para tener una idea muy clara y certera sobe lo ocurrido en más de 100 años de historia.
En el caso del Real Betis esta regla se cumple casi a rajatabla y son los mismos presidentes del club verdiblanco los que desmienten con sus afirmaciones la mayor parte de los bulos populares. ¿Qué mejor que un presidente de un club para constatar hechos ocurridos? Eso sí, siempre que los colores no le pierdan, por no nombrar hechos muy recientes, en cuyo caso el resultado suele ser el contrario.
Para no extendernos demasiado, (cosa complicada en estos asuntos), el primer hecho relevante lo encontramos a principios de la Historia. En esta ocasión es Juan del Castillo, primer tesorero y presidente a la postre del Balompié el que nos cuenta con una claridad meridiana los inicios del fútbol en verdiblanco, (o azul según se mire), expresando a lar revista “¡Oiga!” en 1958, cómo se fundó el Balompié con el nombre de “España”, datando perfectamente el hecho de que Mariano de Cavia les “hiciese la merced” de españolizar la palabra “Foot-Ball”. Este hecho ocurrió en 1908 y el presidente duda cuando le preguntan por 1907.
En ese mismo año, 1958, Gil Gómez Bajuelo, conocido entre otros sobrenombres como “Discóbolo”, reseña dos hechos fundamentales para datar el nacimiento del club verdiblanco, declarando que el Betis FC, (ellos entienden que este club es el fusionado en 1914), nació verdaderamente en 1910, como el tercero en discordia, teniendo en cuenta que datan como fecha de fundación 1909.
“…Pero vayamos por partes...Hasta ese momento ha quedado circunscrita al Sevilla Foot-ball Club y al Sevilla Balompié… Pero en 1910 sale un tercero en discordia: el Betis Foot-ball Club…”
No deja de ser curioso cómo las declaraciones de Discóbolo son la “piedra filosofal” de algunos para datar el nacimiento del Balompié en 1907 y sin embargo, en el otro caso, el del nacimiento del Betis FC, datándolo en 1910, Discóbolo no es tenido en cuenta. Testimonios de conveniencia se le llaman.
El otro hecho es que confirma en la crónica de la “piedra filosofal”, (creo que se le quedará el nombre), que el club recibe el nombre de “Balompié”, gracias de nuevo a Mariano de Cavia, hecho que se produjo sin lugar a dudas, entre otras cosas porque los periódicos tienen fecha, el 1de agosto de 1908.
Otro caso es el tan cacareado estatus de equipo de los pobres y de los obreros del que se le ha querido dotar al equipo bético, cuando toda la parafernalia de condes, duques, marqueses, capitán general de la región y personalidades que ostentaban el poder, con su majestad en primera línea, encabezaban la directiva de honor del recién creado Betis Foot-ball Club en 1914, que se fusionó poco después con el Balompié, por no hablar de sus fundadores que fueron hijos de los militares del más rancio abolengo de la ciudad, que como comprenderán, poco de pobres tenían y pocas simpatías despertaban entre los ciudadanos con toda probabilidad. Todos estos directivos “hablan sin hablar” al aparecer en la crónica de “El Liberal” de 1914.
Como pueden comprender, es una paradoja pretender tener el estatus de equipo de los pobres y tener en su directiva al “estado mayor” de la nación en el poder en su directiva. Por lo tanto está por ver de dónde y cuándo aparecieron estos bulos y sobre todo, por qué. Aunque en alguna ocasión suelta en la Historia, el Sevilla FC ha contado con algún miembro puntual de la nobleza, jamás se dio este caso tan claro.
Cambiando de caso, nos encontramos a finales del año 1918 las declaraciones de un presidente bético muy olvidado por todos, Julio Irizo, elegido a finales de 1918, nos cuenta detalladamente en "Madrid Sport" a instancias de Olmedo, que es elegido porque la gestión de los dirigentes anteriores hasta ese momento es nefasta, a niveles sociales y a niveles económicos y nos confiesa que "hemos tenido que deshacernos de microbios, morosos y profesionales” y añade, "no seremos campeones, pero habrá vergüenza en la Sociedad".
Todo esto, (entre otros muchos documentos gráficos), nos deja entrever que la situación del Real Betis dejaba mucho que desear, en una crisis endémica que perduraría durante mucho tiempo a lo largo de la historia que sería digno de análisis.
Hay una gran diferencia a la hora de ser un club pobre en recursos por el despilfarro de las sucesivas directivas, a ser el equipo de los pobres y obreros frente al rival económicamente poderoso y que le quiere hundir . Nos referimos a esta época, de los años 20-30-40 incluso los 50 lógicamente.
Cuando se habla de la hecatombe bética al pasar algunos de sus mejores jugadores al Sevilla FC, tales como Artola, no debemos obviar, ni pasar por alto, la misma frase de Irizo cuando decide deshacerse de los "profesionales" del club verdiblanco, que posiblemente costarían un auténtico dineral a las ya de por sí famélicas arcas béticas en la época del "amateurismo marrón" y deciden tener un equipo más modesto pero digno, como así fue a la postre. El "fichaje" de Canda, Artola, Balbino y Barzanallana es el fruto de una apuesta fuerte del Betis para ganar la Copa de Andalucía ese año de 1918, tras tres temporadas sin poder ganarle al equipo sevillista ni un solo partido, que al final salió mal. El Real Betis echó toda la carne al asador, por decirlo gráficamente, y la quemó toda.
Tanto es así que el Betis estuvo a punto de desaparecer por dos cuestiones fundamentales: la económica ya comentada y la falta de campo en el que jugar. Durante unos meses, (de mayo a Octubre del 18), el Real Betis se debatió entre la vida y la muerte y tan solo Alarcón de la Lastra con su tesón y poder de negociación con el Ayuntamiento consiguió dotar al equipo verdiblanco de su estadio, el Patronato, campo que obtendrían mediante contrato de cesión – también- en usufructo, a cambio de su mantenimiento. Otros clubes tendrían que conformarse con construir sus estadios con sus propios medios, costándoles el dinero de sus socios.
Más tarde, en los años 30 nos encontramos con el mismo caso: el supuesto equipo oprimido y el supuesto equipo opresor. El equipo de la afición inquebrantable que contra viento y marea apoya a su equipo, debido a que el otro dedica todos sus esfuerzos en hundirle.
Pero una vez mas los directivos hablan a través de los medios y dejan las cosas en su lugar. No hablamos de un periodista de tal o cual filiación deportiva que expresa su opinión, hablamos de la constatación de los hechos a través de sus protagonistas y hemos comprobado que no fue así, al menos en este caso que pasamos a narrarles.
Tras haber ganado el Real Betis su liga, en la temporada 34-35, el club empieza una etapa de declive y descomposición. Todo esto comienza a ocurrir antes del golpe de Queípo de Llano y de la guerra Civil por ende. Un episodio ocurrido en un partido jugado en el norte de España, donde el equipo bético queda “encallado” debido a que no puede pagar el hotel y el viaje de vuelta a Sevilla, se reflejará perfectamente lo que le ocurre a este club durante esos días.
El secretario de la Junta del Betis, D. Francisco Fernández, hacía unas declaraciones a los periodistas de las que vale la pena retener las siguientes consideraciones, que autentifican lo dicho:
El equipo se desplazó a jugar contra el Sabadell el primero de mayo. El viaje lo hicieron por ferrocarril los jugadores "a Fortiori" por la festividad del día que no permitía otro medio de locomoción. Llevaban unas cuatro mil pesetas y como tuvieron que quedarse allí una semana para jugar contra el Gerona, fue preciso enviarles otras dos mil, porque ya en el hotel donde se hospedaban les negaban hasta lo más indispensable.
Jugaron entre semana un partido amistoso en Lérida, que nuestro representante concertó, cobrando una prima de 2.250 pesetas, y tampoco era suficiente esta cantidad para los gastos de regreso.
Como teníamos agotadas todas las disponibilidades decidimos redactar la "nota" que se ha publicado en la prensa. La Federación Regional Sur -me interesa hacer resaltar esto- se nos ofreció, haciéndonos un anticipo de 1.000 pesetas suficientes, ahora, para el regreso de los "equipiers". Era las que necesitábamos, de momento. También nos han hecho ofrecimientos buen número de deportistas, incluso significados sevillistas, cosa que agradecemos en todo su valer" ... "El ejercicio anterior lo cerramos con 200.950 pesetas de déficit, y tenemos préstamos por valor de 95. 000. Comprenderán que la situación no puede ser más difícil. Claro que el principal causante de esta angustiosa situación ha sido el mal tiempo que ha hecho, de lluvias. En los partidos de más "taquilla". Sin ir más lejos, con el Athletic de Bilbao no hicimos ni la tercera parte de la recaudación normal.
La Directiva, ante este estado de cosas, acordó que los socios pagaran una cuota extraordinaria para el partido Betis - Racing, ¿y qué creen ustedes que pasó?, pues que se dieron de baja unos 800 socios para no pagarla" ... "Teníamos unos 1.500 socios de seis y ocho pesetas al mes, estos contadísimos- y los infantiles.
A aquellos 800 hay que sumar otros muchos que se marchan a la desbandada" ... "A los jugadores se les debe a algunos desde enero, y a la mayoría los meses de febrero, marzo, abril y el corriente, más las primas de los partidos contra el Sabadell y Gerona, a razón de 300 pesetas cada uno" ...
"No. de los jugadores no podemos tener la menor queja. Disciplinados hasta más no poder poder y consecuentes con nosotros están capeando el temporal juegan entre semana si se les ordena ... ¡Admirables! Hasta una vez Unamuno adelantó dinero de su peculio para poder desplazar el equipo hasta Lisboa. ¿Cabe más? ..."
Los propios directivos certifican a través de la prensa, que la tan “malísima” Federación andaluza y sevillistas hacen todo lo posible por salir al auxilio del equipo bético, desmintiéndose una vez más la manía persecutoria por parte del otro equipo de la ciudad hacia ellos. Si verdaderamente quisieran ver a este equipo hundido, ahí perdieron la ocasión verdaderamente.
Ya en los años 40, nos hablan las leyendas urbanas de un Betis que luchó por la República genéricamente, no sabemos bien si desde sus directivos o desde su afición. Siempre hemos defendido que la política no entendía, ni entiende, de aficiones futboleras y los clubes sevillanos se tuvieron que adaptar a los tiempos, independientemente del régimen político del momento. Tanto es así que tenemos noticias de jugadores de ambos bandos en ambos equipos en los años que hacemos referencia, si bien también es cierto que encontramos más directivos y jugadores béticos muy activos en el bando nacional que en el sevillista, algo a lo que le dedicaremos un capítulo en otra ocasión.
Ya sin detenernos en la cúpula militar que propició el Alzamiento nacional en Sevilla, cuyo muchos de sus componentes eran fundadores del Balompié, nos encontramos con documentos gráficos como este:
Una instantánea realizada en el Estadio Municipal de Heliópolis en el año 1941, donde podemos ver al que sería poco después presidente bético, Pascual Aparicio junto a Quincoces, en una postura obligada con toda seguridad, tanto para él como para todos los asistentes al estadio, que se jugarían la vida probablemente si no hacían ese gesto de levantar el brazo.
Pero muchas veces tenemos que soportar cómo se nos achaca y se nos adjudica a los sevillistas la pertenencia al bando nacional durante la guerra, incluso se nos echan en cara determinadas fotos del equipo sevillista en la misma actitud, sobre todo en la foto del año 1939 cuando se ganó el Campeonato de España. En este caso no se nos concede el beneficio de la duda.
Ya en los años 50 se confirmaría al Real Betis como al equipo de las ayudas oficiales, (algo que también se achacó al equipo sevillista, pero sin demostrarlo), donde podemos ver varios comunicados oficiales de los dirigentes béticos que confirman este extremo:
Una vez más un presidente del Real Betis avala lo que argumentamos con este comunicado que publicaron, tras correr el rumor de que esto ocurría. Pero no fue un caso único.
Dos presidentes, uno honorario, el capitán general Sáez de Buruaga y otro ejecutivo, Manuel Ruiz, análogos en el tiempo, (1953), nos ratifican una vez más nuestras hipótesis sobre este asunto, en el que el general ejerce su influencia para traer jugadores del Real Madrid estando el Betis en tercera y propicia ayudas oficiales para la remodelación del estadio Municipal de Heliópolis.
Mucho de la historia del equipo verdiblanco contada por los mismísimos presidentes béticos y solo hemos expuesto algunos de los casos, pero a buen seguro hay algunos más.
Perdón por la extensión de este post, (creo que no hice nunca uno tan largo), pero no se podía comprimir más.
No sobra ni una linea Carlos!
ResponderEliminarQue digo? Me he quedado con ganas de seguir leyéndo!
Brillante!
¿Discóbolo fue presidente de algo?
ResponderEliminarGil Gómez Bajuelo, "Discóbolo" presidente del Real Betis Balompié-Temporada 1922/1923.
ResponderEliminarPedazo de post. Anda que si llego a ser yo el que tiene que poner el dinero para que se volvieran de arriba :D
ResponderEliminarUn abrazo
POSD: ¡A ver si lees el correo! ;)
Hola a todos,soy nuevo en estas labores de la escritura pero no en la lectura.
ResponderEliminarComo decia mi abuela, las mentiras tienen las patas muy cortas.....
SALUD Y SEVILLISMO!!!
Hay que descubrirse ante Don Carlos. Nos tiene acostumbrados a grandísimos posts marcados por su rigor y ecuanimidad, más allá de que pueda gustar más a unos u otros. En esta ocasión no solo nos regala un nuevo capítulo de objetividad, sino que se saca de la chistera un recurso literario desconocido y brillante, al dejar hablar a los presidentes verdiblancos de las propias miserias de su club. Ahora a ver quien puede desmentir estas cosas sin difamar a sus propios gestores. Pensandolo bien, seguro que hay muchos, y si no siempre tendrán un Borbolla para inventarse lo que quieran y ponerle altavoz. Impresentables, señores béticos. Reconozcan de una vez su bajeza moral, y podrán resurgir de sus cenizas con dignidad, esa misma dignidad que les han hecho perder personajes más interesados en fabular manipulándoles que en esa cualidad tan difícil que se llama SINCERIDAD.
ResponderEliminarNo manipule usted más la historia D. Carlos.
ResponderEliminarSi de verdad quiere contar la historia a través de las palabras de sus principales protagonistas, no puede dejarla amputada en su parte más importante. Saque usted a la luz ese magnífico documento gráfico de como se gestó la hazaña del 92 contada por boca del gran salvador; donmanué, en su despacho de Jabugo buscando los millones en una sóla llamada de teléfono...
No puedo ni quiero entrar a valorar el resto del artículo, pero en la foto del brazo en alto, no aparece mi abuelo, al menos no en primer plano, por aquella época ya andaba bastante más calvo, y no creo de hecho que se hubiera avenido, se pasó toda su vida cagándose en Franco cuando salía en la tele
ResponderEliminarEstimado Pascual, como muchos béticos probablemente, pero hay imágenes que hablan por sí solas.
ResponderEliminarUn saludo.
Si todo eso me parece muy bien, pero al que nombras no es a tu abuelo, sino al mío, y ya he comentado que no es él, si quieres una foto de aquella época para contrastarla te la mando, pero hay bastantes por internet para que veas claramente que no es él
ResponderEliminar¿Te refieres a Pascual Aparicio?
ResponderEliminarSí, perdona es que creía que se veía mi nombre completo, soy Pascual Aparicio, y me refiero a mi abuelo, Pascual Aparicio
ResponderEliminarPues nada, si es un eror pido disculpas por ello. Se me parece bastante.
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