CAMBIO DE CICLO
Llegan tiempos de reflexión para muchos sevillistas a estas alturas de temporada, con el Sevilla FC, actual Campeón de España, eliminado del Campeonato, eliminado igualmente de su competición preferida -la europea- y en unos puestos ligueros verdaderamente pírricos para un Club como el grande de Andalucía.
Y el hecho de ser grande conlleva unas obligaciones, esto no se nos puede olvidar. De la misma forma que fuera de lo que es la Liga del duopolio, los equipos que deben ser considerados “mayores de edad”, no pueden permitirse el lujo de no cubrir unos objetivos adecuados a su categoría y su bagaje.
Es impensable que –por ejemplo- el Valencia no luche de manera normal y habitual por estar en Champions, así como el Ath. de Madrid y mucho menos el Sevilla FC, los tres clubes que por presupuesto, historia y estatus deben luchar por conseguirlo, como diría aquel, “de cajón”.
Sin embargo hay a quien se le llena la boca a la hora de hablar del grande de Andalucía, pero cuando no cubre sus objetivos echa mano de aquella parte de la Historia que le interesa para interrogarnos: ¿no nos acordamos de hace unos años cuando campábamos por Segunda División?
Sin embargo a mí me gusta acordarme de otros pasajes de la Historia como por ejemplo aquel en el que nos conocían como “el eterno Campeón de Andalucía”, época donde el equipo sevillista, en esta bendita tierra del Sur lo ganaba todo a todos, o sencillamente de esta otra última, la de la “Quinta del Centenario”, donde hemos ocupado el sitio que nos correspondía en títulos y juego. Y digo esto porque la memoria es flaca y llega allá hasta donde puedan llegar nuestros recuerdos, pero esta es más amplia, o bien selectiva, donde nos acordamos de lo que nos interesa para nuestros argumentos.
Si un equipo es grande, lo es para siempre, no para cuando a alguien le convenga. Lo es en todas las parcelas y su afición así lo hace saber. 105 años de Historia dan para mucho, o 121 según miremos, y ya sea porque el Club sevillista haya ganado mucho, o porque la Historia le deba lo que perdió en determinadas circunstancias, la obligación de ganar por luchar para conseguir lo que debe es de Perogrullo, nos digan lo que nos digan.
¿Se puede tener un año malo? Por supuesto, faltaría más, pero es el síntoma principal de la enfermedad. Es el momento de diagnosticar y hacer fallo de una definición clara de la situación.
Y aquí es donde llega esa frase maldita, la que a algunos le da alergia y le salen sarpullidos, cuando en realidad es lo natural en un club grande que agota el proyecto. La frase en cuestión es “Cambio de ciclo”.
Cambiar de ciclo significa que el equipo no cuenta con los efectivos, la dinámica, la dirección y otros factores para poder conseguir lo objetivos propuestos, por lo que el proyecto queda agotado. Es necesario realizar un nuevo proyecto ilusionante, especialmente para la afición, donde todas las piezas necesarias para llegar a la meta propuesta sean colocadas. Una renovación de lo que antes hablábamos, es decir, efectivos, dinámica, dirección, etc, sea un unísono conjunto que vuelva a llevarnos a la gloria.
Lo que denominamos como “La Quinta del Centenario” es un ciclo agotado, exprimido al máximo y hasta la saciedad. Podemos darle las vueltas que queramos, pero el proyecto, visto lo visto, no da más de sí. A los hechos nos remitimos y el fracaso esta temporada es tangible, tocable y palpable por todos, aunque algunos se empeñen en enmascararlo añadiéndole música de ángeles.
“No conozco ni un solo sevillista que piense que su Club no deba luchar por cotas altas en Liga, Copa y competiciones Europeas”
La afición no debe confundirse en cuanto a estas cosas, ni debe dejar que les confundan ejerciendo de lo que es y esto es sencillamente ejercer de sevillistas, críticos y exigentes con su club.
Los mismos que fabricaron el anterior proyecto, con José María del Nido a la cabeza, deben ser los mismos que pongan en marcha un nuevo proyecto en toda su amplitud, sin parches, sin fisuras y con el objetivo en la mente. Podrá salir bien o podrá salir mal, porque fútbol es fútbol, pero ya se ha demostrado la capacidad que este equipo directivo tiene para ello, tan solo deben ejercerlo quitando de polvo y paja muchas de las cuestiones que les entretienen y que le pueden hacer ser subjetivos en determinados momentos. Ahora es el momento.
Pero no lo duden ni se dejen engañar, cambiar de ciclo no es malo, es algo bueno y positivo. Una opción que todos los clubes grandes ejercen por el simple hecho de ser grandes. Tan solo los chicos no pueden permitírselo.
Creo que nunca un cambio de ciclo fue tan sencillo de realizar.
ResponderEliminarTenemos plantilla, tenemos estructuras, tenemos un filial de ensueño, tenemos un futuro prometedor, solo nos falta alguien que desde la banda ponga la maquina en funcionamiento.
Espero que después de la experiencia con los experimentados entrenadores nos haga recapacitar y cuando tengamos a alguien que nos haga ganar partidos no volvamos a tirarlo por la borda
Un abrazo
Muy buenos los darditos que tiras estimado Carlos, con mucha clase y categoría.
ResponderEliminarQué te vas a esperar del sevillismo de sobre en mano? Es lo que hay... un abrazo.
Yo entiendo por cambio de ciclo un cambio mucho mayor del que necesitamos.
ResponderEliminarCreo que hay al menos 8-10 jugadores en el primer plantel buenos y con futuro, que más los 4-5 del filial que todos teemos en la cabeza, deben conformar la base de la plantilla del año que viene. A esto se sumamos los 3-4 retoques que hacen falta y Santas Pascuas.
Creo que el problema de este año es mucho más de banquillo que de otra cosa.
un abrazo