UNA PRESIDENCIA ESCANDALOSA
(A la memoria de Agustín Rodríguez)
Por Pepe Melero
La Historia del fútbol sevillano se ha venido desfigurando de una forma alarmante desde hace muchísimo tiempo atrás. Toda investigación necesita un tiempo,una dedicación, y los textos sobre la Historia de nuestro fútbol que se suelen realizar para celebrar una fecha determinada y la urgencia de su publicación provocan que no se suela consultar las fuentes mas fiables. El que se intente argumentar un hecho basándose solo en los recuerdos de algún protagonista de aquellos primeros años han provocado innumerables errores. Por no hablar de otros testigos más o menos significativos dentro de nuestros clubs que se empeñaron en colgarse medallas que no son propias...
Un ejemplo de lo primero lo tenemos en la entrevista realizada al ex-directivo sevillista José María Romero Acosta que se le hizo en la revista “El sevillista” en Octubre de 1960, y en la que el que fuera dirigente del club blanco sobre 1917, aseguraba sin ningún genero de dudas que el primer presidente sevillista fue José María Miró Trepats y no el jerezano José Luis Gallegos, al que, por cierto, confunde el nombre.
Pero lo más preocupante y lo que más contribuye a distorsionar la realidad histórica de los dos primeros equipos de nuestra ciudad, es sin duda la aparición de ciertos personajes que llevados por el fanatismo hacia sus colores llegan incluso a ocultar datos y a sesgar y manipular la Historia a su antojo de una forma tan descarada, que llega a causar verdadera vergüenza ajena.
En el mes de Junio de 1921 se celebró en Sevilla la asamblea anual de la Federación Regional Sur de fútbol en la que se constituyó la nueva junta directiva en la que correspondía ocupar el cargo de presidente a un representante del Real Betis Balompié, como anteriormente había ocurrido con el Recreativo de Huelva y el Sevilla FC. Dicho representante fue el presidente bético Carlos Alarcón de la Lastra, en una asamblea, dicho sea de paso bastante convulsa, en la que se formó la siguiente junta directiva:
PRESIDENCIA: Carlos Alarcón de la Lastra ( R. Betis)
SECRETARIO: Juan Otero (Sevilla FC)
TESORERO:José Pérez Pernil (R. Huelva)
VOCALES: Julio Iriso (R. Betis),Gregorio Navarro (R. Huelva),Rafael Peña (Nacional FC)
REPRESENTANTE PRENSA: Gil Gómez Bajuelo (R. Betis)
Los escándalos no tardarían en llegar y no solo por que se designó como representante de la prensa a Gil Gómez Bajuelo quien hacia escasamente un mes había relevado en la presidencia verdiblanca a Carlos Alarcón de la Lastra, ni por que a los pocos días de tomar posesión del cargo, en una asamblea de la Federación Española se intentó sin éxito anular el campeonato de Andalucía anteriormente celebrado y ganado justamente por el Sevilla FC, sino por que en esa misma asamblea se había decidido que debido, al cada vez mas frecuente abandono que hacían algunos clubs en los campeonatos regionales cuando se veían sin ninguna posibilidad de ganarlo y por tanto de jugar el campeonato de España, se había decidido digo, que dichos clubs no podrían tener representantes en las directivas de dichas federaciones regionales, algo que ocurría en el caso de la recién constituida Federación andaluza, donde no hubo representante del Español de Cádiz, pero si del Recreativo, pese a que ambos se habían retirado en plena competición alegando problemas económicos. Por lo tanto, la mencionada junta directiva que se había formado con la única intención de arrebatar el cetro futbolistico andaluz al cada vez mas poderoso Sevilla FC, era totalmente ILEGAL, como reflejó el periódico deportivo catalán “El Mundo Deportivo” con fecha 30 de Junio de 1921.
La prensa se quejaba de que los acuerdos que se tomaban en la nueva junta directiva no eran notificados a ésta por el representante de los periodistas y ex presidente bético Gil Gómez Bajuelo, como llego a reconocer el propio periodista bajo el seudónimo de “Dribling” en el diario “La Unión” a principios del mes de Noviembre.
También se hacia eco la prensa de que pese a haberse ACORDADO EN JUNTA, que el partido benéfico que solía jugarse a principio de temporada, y que debía de enfrentar al campeón Sevilla FC contra una selección formada por jugadores del resto de clubs de la región, (como se venía haciendo con gran éxito en otras regiones como la catalana), se decidiera a ultima hora que se debía de sortear que equipos deberían enfrentarse, tocándole en suerte disputarse un partido entre el R. Betis y el recién ascendido Nacional F.C., choque que resultó ser un fracaso en lo económico debido a la poca asistencia de publico. Para justificar de alguna manera esta decisión, Gómez Bajuelo, nuevamente desde las paginas del diario “La Unión”, esgrimió que el disputar el primer partido acordado suponía “reconocer una superioridad del Sevilla FC que desvirtuaba y quitaba fuerza moral al campeonato” que estaba a punto de comenzar, además, añadía el ex presidente bético, que en absoluto existía una persecución hacia el Sevilla FC.
Comenzó el Campeonato de Andalucía y lo hizo con sorpresa puesto que contra todo pronostico el Real Betis se impuso al vigente campeón Sevilla FC por 3 goles a 1 en el campo del Patronato, en un choque en el que los balompédicos solían emplearse con una dureza que en ocasiones rozaba la violencia. Pero el ardor con el que se solía emplear el equipo bético cuando se veía las caras con el Sevilla FC no lo era tanto que cuando lo hacia con el resto de rivales, así, en su partido contra el recién ascendido Nacional FC, no pudo pasar del empate a uno frente a un modesto equipo el nacionalista que había sucumbido estrepitosamente con el equipo sevillista en esa temporada por un claro tanteador de 10 a 0.
Y lo que no se pudo ganar en el campo se quiso conseguir fuera de él, ya que el equipo bético reclamó los puntos alegando que varios jugadores nacionalistas no estaban federados. Y sorpresivamente y de nuevo con la ayuda de los federativos del Recreativo de Huelva que ilegalmente ocupaban distintos cargos en la Federación, se votó que hasta que la Federación Española decidiera esos puntos en litigio quedarían en posesión del equipo verdiblanco.
La Federación Española se reunió a mediados de Diciembre de 1921 y decidió darle la razón al Nacional FC, devolviendo los carnets de los jugadores debidamente firmados. Pero y pese al escándalo, la Federación Sur se reunió y obvió la orden dada por la Federación Española, alargando el asunto deliberadamente con la clara intención de esperar a que el campeonato finalizase y adjudicarse definitivamente los puntos en juego.
Y llegó el final del Campeonato y efectivamente llegaron empatados a puntos sevillistas y béticos, planeando la Federación Sur, de nuevo con el apoyo de los directivos recreativistas, una encerrona en toda regla al Sevilla FC, puesto que se organizó un partido de desempate en una ciudad como Huelva donde ya se habían producido gravísimos incidentes anteriormente con la visita del equipo blanco, debido a la gran rivalidad existentes entre ambos equipos. Pero no solo debía de temer esto el equipo sevillista, sino que para arbitrar el partido se designó al ex-jugador onubense Antonio Mata y el equipo balompédico se reforzó con un jugador del Español de Madrid (Sacristán) y otro del Recreativo, para lo cual amañó con antelación las fichas de estos dos futbolistas ya que el plazo para incorporar a nuevos futbolistas había caducado y el madrileño, además, ya había participado en el campeonato de su región.
Como diría el ex-seleccionador nacional Luis Aragonés: ”por lo civil o por lo criminal...”
Aunque el “match” fue anunciado en la prensa, con alineación bética incluida, el partido nunca llegó a disputarse ya que la nueva Federación invalidó los puntos que indebidamente se le adjudicó al Real Betis, con la mediación del presidente del comité de la Real Federación Española de Fútbol, David Hormaechea, que tuvo que desplazarse a nuestra ciudad.
Todas estas decisiones que tomaba la F.R.S. y que las solía llevar a cabo con el apoyo y los votos de los asambleístas onubenses, que recordemos estaban inhabilitados por la Nacional, se pudieron realizar debido al robo de un sello que debía de estar a cargo del secretario de la Federación y representante del Sevilla FC Juan Otero y con el que se convocaba a los representantes del Recreativo de Huelva, hecho éste que fue denunciado por los clubs de primera y segunda categoría de Sevilla y Cádiz.
Fue tal es escándalo que originó este asunto,que se convirtió en la comidilla de la España futbolística, conociéndose según nos cuenta el historiador Nicolás Salas, (simpatizante bético,por cierto), en su libro “La Sevilla en tiempos de Joselito y Belmonte”, como “EL CASO DEL ROBO DEL SELLO”.
Pero la traca final de esta mascletá, que es sin duda este pasaje de la Historia del fútbol sevillano, la encontramos en las paginas del diario “La Unión”, donde solía escribir el ex presidente bético Gil Gómez Bajuelo. En dicho diario se recordó unos hechos ocurridos dos años antes. En Febrero de 1920 se disputó un triangular entre el R. Betis, el Sevilla FC y el Recreativo de Huelva, organizado por el primero de los clubs, con una copa donada por el rey Alfonso XIII y cuya recaudación iba a ir destinada a la Cruz Roja. El único partido que se disputó fue entre béticos y sevillistas ya que el Recreativo decidió no participar alegando la cercanía a la que se encontraba del Campeonato de Andalucía. El “match” se jugo en el campo del organizador, el Real Betis, y terminó con victoria sevillista por 2 a 3, siendo un enfrentamientos cargado de incidentes debido al escandaloso arbitraje del ex jugador verdiblanco Llinat, el cual, y de común acuerdo entre ambas directivas, hubo de ser sustituido durante el encuentro por sus más que polémicas decisiones.
Pasados unos días el prestigioso periodista del “Correo de Andalucía” Antonio Cantos “Zancadilla”, solicitó que se hiciera publica la recaudación del encuentro, sabedor de la situación económica por la que atravesaba el equipo balompédico, el cual por esas fechas estuvo al borde de la disolución, (como ya explicamos en este mismo blog). Dicha solicitud tuvo respuesta en una carta del presidente del Real Betis, Carlos Alarcón de la Lastra, publicada en el mismo periódico en la que, bastante molesto lógicamente, afirmaba que los beneficios de esa recaudación serian entregados a la Junta de Damas de la Cruz Roja Española y que no había ningún motivo para dudar. Dos años después, el diario “La Unión”, recordaba ese partido y la promesa del presidente verdiblanco de presentar las cuentas de aquel partido benéfico.
Pasado un tiempo volvía a ser el “Correo de Andalucía” el que publicaba una “”carta al director” del presidente bético Carlos Alarcón de la Lastra, en respuesta a una entrevista realiza días antes a un directivo sevillista (¿Juan Otero?) en la que se le acusaba de los desmanes cometidos bajo su mandato presidencial. Lejos de defenderse, se limitó a culpar a otro ex-presidente bético y vocal de esa misma junta directiva de la Federación Julio de Iriso, de ser la persona que “secuestró” el sello federativo e hizo un uso ilegitimo del mismo. Gracias a esta carta sabemos que el máximo dirigente de la Federación Sur, no llegó a terminar su mandato si no que se vio obligado a dimitir debido a la gran cantidad de escándalos que se protagonizaron durante su mandato, un dato totalmente inédito hasta hoy. Terminaba la carta recordando lo mucho y bueno que había realizado en esos años por el Real Betis en particular y por el fútbol andaluz en general.
El 22 de Abril de 2008 el presidente del Real Betis Balompié Pepe León, acompañado del consejero bético Manuel Castaño, junto a algunos familiares de D. Carlos Alarcón de la Lastra y por supuesto del presidente de la Federación Andaluza de Fútbol, Eduardo Herrera, se reunieron en la sede de dicha Federación para rendir el obligado homenaje al ex-presidente federativo y colocar el retrato en la galería donde se encuentran todos los presidentes de la F.A.F. A dicho acto acudió el investigador Manolo Carmona, por ser la persona que descubrió la hasta ese momento inédita presidencia federativa de D. Carlos Alarcón de la Lastra.
Ni en ese acto, ni en ningún otro se ha expuesto que hubo otro presidente de la FAF que se llamó Julio Iriso y que hubo de compartir el mandato con el homenajeado Alarcón de la Lastra por verse éste obligado a dimitir.
En el libro publicado por Manolo Carmona “Todos los presidentes del Real Betis Balompié”, en las paginas dedicadas a Carlos Alarcón de la Lastra no se hace mención a este importantísimo dato, al igual que a la dedicada al presidente Julio de Iriso en la que también se pasa por alto que fue nada mas y nada menos que máximo dirigente del fútbol andaluz.
En los textos publicados en internet por el citado investigador Manolo Carmona tampoco se ha hecho mención a este, insisto,importantísimo pasaje de la Historia de nuestro fútbol, pasando de puntillas y dejando sin el reconocimiento a quien, con buena o mala gestión, dirigió el máximo estamento futbolístico de nuestra región.
Le oí decir una vez a mi amigo y maestro Agustín Rodríguez, que para investigar y escribir sobre la Historia de algo, en este caso de un club de fútbol, se necesitaba tiempo, dedicación, empeño y alguna que otra dosis de intuición. Y que no era necesario ser Catedrático en Historia, bastaba con ser honesto....
¡Contundente post¡ Enhorabuena
ResponderEliminarEste es un artículo sobre la sevilla futbolísitca profunda y que Pepe conoce a la perfección. Tan solo le falta escribir un libro sobre ello, (ya sabes que lo hablamos), ilustrando al sevillismo sobre muchas cosas que aún no sabemos.
ResponderEliminarCon respecto a Alarcón de la Lastra, decir que salvó al Betis en varias ocasiones de desaparecer, de hecho el equipo bético tenía una economía tan precaria a pesar de que casi siempre estrenaba mecenas que todos los años se le daba ya por finiquitado.
Alarcón y Manuel Zapata, directivo del Sevilla FC, protagonizaron un episodio en el que se dieron tortas hasta en el paladar, siendo Alarcón el que salió peor parado.
Alarcón de la Lastra protagonizaría oscuros episodios en el llamado "alzamiento nacional", donde se encuadraría junto a Queípo de Llano, olvidos todos que el señor Carmona tiene habitualmente también.
Pero aquí estamos pra recordárselo. ¿verdad?
Manipulador.
ResponderEliminarEmbustero.
Presidente de la Federación.
Rebelde conmando en el 36.
Fascista.
¿Esos no eran los sevillistas?
Enhorabuena Pepe.
"Esto de...(Alarcon de la Lastra protagonizaría oscuros episodios en el llamado "alzamiento nacional", donde se encuadraría junto a Queipo de Llano), debe ser absolutamente cierto ya que yo, en mis tiempos de estudiante en la Escuela de Formación Profesional de la Fábrica de Artilleria de Sevilla, el Coronel Director de la Fábrica de Artillería de Sevilla, en el principio de los años cincuenta, se llamaba Alarcon de la Lastra. El nombre no lo recuerdo.
ResponderEliminarTodo esto me hace pensar que, lo que se está exponiendo aquí, es absolutamente cierto.
Saludos.
Los Alarcón de la Lastra eran varios hermanos y todos, o casi todos, participarom activamente el el golpe del 36.
ResponderEliminarUn saludo Manuel.
Amigo Manuel.
ResponderEliminarJuan Alarcón y de la Lastra, Coronel Ingeniero de Armamento, fue director desde diciembre de 1952 a febrero de 1958, cesando al ascender a General Subinspector.
Recogido de "Sevilla y la Real Fundición de Cañones" de Enrique la Vega. Ed. Guadalquivir. Sevilla, 1992.
En la historia profunda del futbol sevillano, los verdes tienen mucho que callar. Tanto como mentiras han sembrado desde siempre. El corderito ha sido siempre un lobo de colmillos afilados. Dicen que el Betis es un sentimiento. No lo dudo, pero en gran parte ese sentimiento se ha construido sobre una mentira tras otra. El que quiera seguir amando un escudo sobre la base de valores falsos, allá él.
ResponderEliminarCarlos alarcón de la lastra era aperejador y en la guerra civil española que yo sepa no tuvo ninguna relevancia, lo digo yo porque soy sobrina de él, sus hermanos si porque eran militares, asi que no creo que tuviera nada obscuro durante la guerra
ResponderEliminarQuizás en la Guerra Civil no, pero en la Sanjurjada sí.
ResponderEliminardejen de inventarse mentiras sobre la GRAN historia del beticismo y métanse en los problemas de su propio equipo y un respeto considerable a CARLOS ALARCÓN DE LA LASTRA.
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