LA HUMILLACIÓN
Por Ernesto López de Rueda
Podía haber titulado "una humillación" o algo así, pero he querido singularizarla, concretarla, acotarla. Porque anoche conocí la mayor humillación como sevillista (y he vivido cuatro descensos aunque en los dos primeros fuera demasiado niño como para acordarme).
Pero anoche sufrí la mayor humillación como sevillista en el Ramón Sánchez-Pizjuán porque el equipo representativo de mi club NO COMPITIÓ, recordándome a otra -para mí- dolorosa humillación cuando el Sevilla FC se dejó perder con el Oviedo para que bajara el Betis.
Jamás pensé que el Sevilla no compitiera, que su entrenador dispusiera todo para que el equipo careciera de competitividad, algo de cajón alineando de salida a un Kanouté que viene de una larga lesión y que no pudiera enredarse en la presión aunque tirando de orgullo lo hiciera; un Negredo cuyo fuerte no es la presión; un Zokora que no sirve ni para esconderse -tan claro es-; un Romaric que como argumento de presión ofrece la circunferencia de su masa corporal que obstaculiza un tanto a los contrarios que le rodean sin problemas aunque hayan de aminorar un poquito la velocidad; y un Sergio Sánchez que ni está ni se le espera.
Un Sevilla que saltó al terreno de juego atado de pies y manos para competir contra un Real Madrid que nos tomó como un mero sparring, presidente, fuimos, somos, un simple sparring del Madrid merced a una nefasta planificación que ofrece la posibilidad de que nuestro centro del campo haya de estar formado por Romaric y Zokora o que nuestro central diestro y nuestro lateral derecho sean colaboradores necesarios para el ataque enemigo.
Un Sevilla que no compitió porque sus hombres de adelante nada más que recibían lejanas pedradas hasta que se trianguló por la sencilla razón de que el Madrid relajó su presión.
Un Sevilla que apuntó, toma buena nota, presidente, toma buena nota, Monchi, cuál es su techo si le quitas a Navas, Perotti y Rakitic.
La humillación de anoche no fue casual, hace mucho que dejó de serlo. Hace más de tres años largos argumenté en una Junta General de Accionistas que nuestro sistema defensivo (de presión y de jugadores que la trabajan o no) y nuestra defensa, estaban tocados por los ángeles para no haber recibido una soberana paliza como la recibida anoche, y desde entonces ha empeorado.
Hasta el punto de que nuestro coeficiente de goles tras 34 jornadas disputadas ofrece un balance negativo, y eso es indigno y humillante para un club como el Sevilla, y es, presidente, la segunda vez que puede ocurrirle durante tu mandato de nueve años, y es complicado -no imposible- de encontrar esa circunstancia en nuestra historia.
Espero, presidente, que tu orgullo de sevillista se encuentre tan herido, tan lastimado como el mío para que lo de hoy haya significado el tocar fondo y para que te pongas las pilas y te fustigues y hagas lo mismo con los empleados del Sevilla encargados de seguir futbolistas, entrenadores y de traerlos, para que esta humillación no solo no vuelva a repetirse, sino para que sea vengada.
Hace poco nuestra entidad estaba en el selecto club de aquellos equipos que tras una sonrojante derrota hacían "pagar los platos rotos" a su siguiente o siguientes rivales. Y si no ha existido cambio de planes, quien tienes por entrenador se ha visto obligado a concentrar al equipo hoy y mañana para que nuestros profesionales -o varios de ellos- no tengan la "tentación" de irse a la Feria, no como consecuencia de la humillante derrota, sino como algo programado con anterioridad.
Si el actual Sevilla es éste, urge su recambio, la extirpación de las malas hierbas que has consentido que pudran al primer equipo hasta llevarlo a una humillación como la de hoy.
Mas claro no se puede decir.
ResponderEliminarAmen.
Totalmente de acuerdo.
ResponderEliminarSeñor López de Rueda, preséntese como candidato a la presidencia, que yo le voto. Me quedo con el siguiente párrafo:
ResponderEliminar"La humillación de anoche no fue casual, hace mucho que dejó de serlo. Hace más de tres años largos argumenté en una Junta General de Accionistas que nuestro sistema defensivo (de presión y de jugadores que la trabajan o no) y nuestra defensa, estaban tocados por los ángeles para no haber recibido una soberana paliza como la recibida anoche, y desde entonces ha empeorado."
Porque desde hace 3 años (temporada 07/08) el equipo no defiende, y desde la 08/09 no jugamos a nada. Suerte hemos tenido para darse cincuenta veces con un canto en los dientes.
Esperemos que todo acabe tras el pitido del árbitro en Cornellà.
Ernesto López de Rueda, alias xxx. Hombre, pues esto es lo que hay. Después de la gloria siempre llega la medianía, ¿o acaso te creías, xxx, que tu equipo es el Madrid o el Barcelona? No, hombre, ahora volvéis a lo de siempre.
ResponderEliminarSeñor Bilchez, permítame que no revele los nicks que las personas usan en sus foros.
ResponderEliminarEs curioso cómo las ratas cuando salen de sus alcantarillas se crecen y sacan a relucir sus sarnas y pulgas cíclicamente. Nunca mantuvieron la categoría más de 10 años seguidos.
ResponderEliminarBilchez vuelve por aquí, fiel a su lectura diaria de este blog sevillista.
Pero tranki, volveréis a donde os corresponde una vez, y otra vez a la sombra del Grande de Andalucía eternamente y no lo podréis evitar en los próximos 500 años.