ENCRUCIJADAS MALDITAS

Pasado un tiempo prudencial tras la derrota en la eliminatoria frente al Hannover 96, poco en realidad, porque volvemos a la competición rápidamente, se hace necesario reflexionar sobre algunas cuestiones.

La primera, es que demostradamente las pretemporadas solo sirven para entrenar a los equipos y ponerlos a punto lo mejor posible. Recuerdo pretemporadas desastrosas que acabaron el curso de manera muy positiva, así como pretemporadas magníficas que acabaron con los huesos del equipo en Segunda División, véase la pretemporada de Antonio Camacho como entrenador. No quiero hacer de pájaro de mal agüero, tan solo recordar el dato.

No es momento de maldecir nuestra suerte en el bombo de los emparejamientos de la UEFA, no servirá absolutamente de nada, así como en el momento de la temporada en que se produjo ante equipo bastante más rodado. Lo pasado, pasado está, es momento de intentar ver todas estas cuestiones con algo de perspectiva y cierta objetividad, no sé si seremos capaces de conseguirlo.

Pero parece mentira y parece una broma de mal gusto, que el Sevilla FC, sin ni siquiera haber llegado a septiembre se encuentre en una encrucijada, donde casi sin comenzar a competir ya tiene a una buena parte de la afición cabreada, cuanto menos desanimada, y a poco que se produzca otra derrota pueden comenzar a surgir los nervios en la grada.

Lamiéndonos aún las heridas por lo ocurrido, hemos de recordar que nos encontramos en un momento de cambio de ciclo, que a nadie se le olvide, reconocido por el mismo presidente y a la vista está con el cambio de entrenador, cambio de jugadores, etc.

Los “cambios de ciclo”, reclamados hasta la saciedad desde hace dos años desde este mismo blog,  son el inicio de un proyecto cuyos mejores resultados deben verse a medio plazo, lo cual no quiere decir que el equipo deje de estar lo suficientemente preparado para acometer las competiciones en las que participa en las mejores condiciones posibles, donde es probable que el pico de su mejor rendimiento no suela estar al comienzo del mismo.

Pero, eso sí, a estas alturas de agosto, el proyecto está inacabado. El Consejo de administración debe terminar de componer el plantel necesario cuanto antes sin dilación de ningún tipo. Trece millones recaudados en bajas y once millones en altas dan un saldo positivo en esos apuntes contables, viendo los números a grosso modo, eso sí, sin contar ya con los ingresos europeos. Un central y un delantero se antojan urgentes, visto lo visto en estos dos partidos oficiales, donde fue necesario alinear a un defensa como delantero en un lance del partido de vuelta. Este es un dato irrefutable que debe acometer.

Llegados a este punto tenemos por delante dos lecturas que hacer de la presente situación. Por un lado no sabemos cómo ha podido afectar anímicamente a los jugadores esta derrota, sobre todo teniendo en cuenta el poquísimo tiempo existente hasta el siguiente partido ante un Málaga CF que se ha reforzado una barbaridad y con miras europeas, sabiendo del palo que ha supuesto esta eliminación, aunque por otro lado es muy probable que el Sevilla FC, si es capaz de recomponerse anímicamente, está ya más rodado en competición ante un Málaga que es una incógnita, pues también lo hemos visto solo en pretemporada.

La otra lectura es la de la afición. Una afición exigente que no debería perder de vista el vocablo “paciencia”. Debo confesar que me sorprende que haya gente que a estas alturas, a 26 de agosto,  dé por fracasado este proyecto por lo que puedo leer por ahí. Eso sí, que nadie crea que soy insensible al palo tremendo que ha supuesto la descalificación de la competición europea, no creo que haya un solo sevillista que no lo haya sentido. No jugar en la competición natural en la que el Sevilla FC debería hacerlo por defecto supone un “golpe bajo” para los sevillistas, de eso no cabe la menor duda.

Pero entiendo que debemos ser optimistas, los refuerzos que han llegado deben demostrar la calidad suficiente que atesoran junto a la experiencia de los Kanouté, Navas, Negredo y cia. por un lado,  y por otro, aquello que tanto reclamó la afición, que era hacer de la cantera nuestro bastión más importante, preceptos estos que prácticamente nadie discutió, es más, animó a hacerlo muchas veces al Consejo de administración y que este ha llevado a cabo.

Podríamos detenernos en cuestiones puntuales, aunque no menos importantes, como por ejemplo la venta de Rodri ante la falta de delanteros que tenemos en este momento, cosa que poca gente comprende, (yo creo que es un error), el culebrón que supone el fichaje de Giovanni Dos Santos, o bien la tardanza en dar salida a jugadores descartados, por citar algunos ejemplos.

Pero en líneas generales, yo sí creo en el proyecto, creo que puede darnos muchas alegrías. Tenemos a un entrenador que insufla ilusión por la forma en que tiene de trabajar con los jugadores, no creo que por el hecho de haber entrenado anteriormente a equipos más pequeños vaya a influir en esto –tenemos el caso de Juande, que antes de recalar en el Sevilla FC solo entrenó a equipos pequeños- un plantel de jugadores importantes y tan solo hace falta que todos aquellos resortes de la maquinaria encajen como deben una vez pasado este tiempo breve de “encrucijadas”.

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