TIEMPO DE PENURIAS
Observo cómo hay muchos sevillistas que se preguntan el por qué no se acometen las obras de reforma del estadio para remozarlo. Un estadio que efectivamente comienza a quedarse vetusto poco a poco, existiendo un proyecto que convertiría al Ramón Sánchez-Pizjuán en una auténtica joya.
Muchos de estos sevillistas ven otros estadios en sus desplazamientos, a otras ciudades para ver jugar a su equipo del alma, cómo se han modernizado y convertido, en algunos casos en estadios de cinco estrellas con todas las comodidades. Así podemos ver ejemplos de equipos como el Español con un estadio completamente nuevo, los casos de At. de Bilbao y Valencia en plena construcción de estadios a estrenar, o las grandes reformas proyectadas en el Santiago Bernabeu y Nou Camp.
Y es aquí donde entra la Historia de donde se debe aprender. Para esto sirve.
No hubo periodo más negro, triste y penoso para la historia sevillista que el que fue marcado por la compra y construcción del estadio actual. Ello nos llevó a vagar por el desierto durante más de 40 años, permítanme el símil bíblico. Un Sevilla FC marcado por las deudas para poder pagar el estadio que incidió directamente en el terreno deportivo, ya que no podían ficharse a grandes jugadores y ser competitivos como antes de este hecho. Coincidió desgraciadamente con la subida desde Tercera del otro equipo de la ciudad, fue aquí donde comenzó eso tan triste conocido como la “Liga particular” con tintes localistas y distrayendo del objetivo de campeón que lleva impreso en sus genes el Sevilla FC.
A diferencia de otros, ayudados siempre por las administraciones, como hoy en día, el sevillismo debió hacerse cargo siempre de todos sus estadios. El Sevilla FC ha tenido cuatro estadio de construcción propia sufragados todos por los socios.
Profundizando en el que nos ocupa, el Ramón Sánchez-Pizjuán, para poder iniciar las obras, debieron emitirse “obligaciones hipotecarias”
Una obligación es un préstamo, (empréstito), que hace una determinada persona física o empresa a un tercero, en un determinado plazo, respaldada en títulos inmobiliarios, el cual recibirá un % de interés al término del mismo. Es decir, el dinero se devuelve al término del plazo establecido con sus intereses correspondientes.
En el caso que nos ocupa, se emitieron 100.000 obligaciones, con un interés del 7% anual. No sería de extrañar que de 100.000 obligaciones, la mayoría de 500 pesetas, cualquier persona interesada en estas condiciones obtuviese una o varias. Parece que fue un buen negocio para algunos aficionados al otro equipo de la ciudad, pues dio sus buenos beneficios.
Prácticamente ningún sevillista acudió, pasado el tiempo, a recibir sus intereses, donándolo a la institución. De esto se ha hablado muy poco, pero así ocurrió realmente.
Pero esto fue totalmente insuficiente, los costos de las obras subían cada vez más, algo que nos sumergió y derivó en una situación económica, que se convertiría en endémica, durante algunas décadas.
¿Cómo subsistimos entonces?
Esto es fácil de explicar pues fueron nuevamente los socios los que echaron el resto. A algunos socios se les denominó como “Socios protectores” pues actuaban como “ángeles de la guarda sevillistas”, tal y como nos explicó en su blog José Enrique Vidal, Guardián de la memoria.
Estos socios aportaban dinero contante y sonante, avalaban operaciones y hacían lo que fuese necesario para que el club sevillista subsistiese. Y así fue.
Nunca recibimos ayudas económicas de la administración pública, como así ha ocurrido en otros clubes de esta ciudad y de España y podemos estar orgullosos de haber sido una afición única en este sentido. Sin esta garra, sin este sentir por nuestros colores, otros habrían desaparecido hace ya muchos años.
Es por ello, para que esta situación no se repita, nuestros actuales directivos no acometerán el proyecto hasta que existan las condiciones necesarias de financiación para que esto no vuelva ocurrir. Mientras tanto la “Fábrica de los sueños” aguanta y aún le quedan muchas tardes de gloria.
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Es cierta la noticia aparecida en el diario As referente a que el Ayuntamiento de Sevilla perdona
ResponderEliminaral Betis el impuesto de basuras valorado en mas de dos millones de euros.Pedro
Pues no me extrañaría nada. No sé, no he visto la noticia. Un saludo.
ResponderEliminarEntre los que aportaron he leido el nombre de Primitivo Garach , dueño de zapaterias en Sevilla , Calzados Garach , en C/Tetuan era la principal de la cual mi padre era Encargado.
ResponderEliminarDoy fe de su Gran Sevillismo.
Saludos Sevillistas
La noticia que reclama Pedro Miguel la lei en un twitt, la he buscado por todos lados posible y no he conseguido contrastarla...Digo como Carlos, no me extrañaría, pero no está contrastada.
ResponderEliminarVisto lo visto en las últimas temporadas en el RSP no se hace necesario una ampliación...Cuando pase esta maldita crisis, tal vez sea el momento, pero mientras...
Un abrazo.
Muy necesaria veo la remodelación del Pizjuán, pero claro, aún más necesario es hacerlo con garantías de no hipotecar el futuro.
ResponderEliminarUna opción en su día podría haber sido vender el Pizjuán y habernos mudado al Olímpico (no me peguéis pofavó). Hoy día no la veo factible, habría mucha afición en contra.
Espero que pronto podamos tener las garantías necesarias para remodelar el estadio.
PD: mientras tanto, si jugamos algún partido oficial en el Olímpico, tampoco pasaría nada ¿no? No se nota nada que me encanta ese estadio xD
Yo más que renovar el estadio, lo que le veo necesario y es algo que saldría demasiado caro, es restaurarlo. Me explico, hay partes del estadio que dan auténtica pena: desconchones, humedades, óxidos...
ResponderEliminarMás que tener un estadio para 80.000 personas con sillitas de terciopelo, creo que lo mejor sería, de momento, hacer que el estadio no parezca una ruina.
Y de todas maneras ¿para qué queremos un estadio con más capacidad si apenas llenamos las 45.000 localidades que ya tenemos? Yo apuesto por lo que ha hecho la Juve, que ha renegado de su antiguo Macro-Estadio para uno nuevo, más coqueto y que siempre esté a revienta caldera.
Bueno, es sólo mi opinión. Un saludo, Carlos.
De ahi la importancia de seguir encarnizadamente luchando por los derechos televisivos y la repartición mas ecuanime de los mismos,con esos dineros estoy seguro que podriamos afrontar muchas cosas,entre ellas la remodelación del templo nervionense,gran post de nuevo Carlos.
ResponderEliminarSiempre me pregunté por qué las instituciones siempre ayudaron a uno y nunca a otro.
ResponderEliminarAhora se habla de deudas de basuras...
Coridalisimo saludo
Al Madrid le acaban de regalar toda la manzana en la que está el Bernabeu en plena castellana para que haga lo que tenga a bien.
ResponderEliminarEl Betis pidiendo (por enésima vez) que regalen más cosas (más todavía), en este caso todos los terrenos que están entre su regalado estadio y su regalada ciudad deportiva.
Nosotros arreglando goteras y aplicando la enésima capa de pintura.
Los caprichos que tenemos los señoritos.
PD: No creo que Zoido, por muy sevillista que seam cambie nada.