ANTONIO BURGOS Y SU VERDITUD
Está don Antonio que se sale a pesar de los años, que parece que no, pero no pasan en balde. No hay oportunidad que otee en el horizonte para poder colar al sevillismo una puyita que desaproveche el jodío, ni tan siquiera cuando escribe el responso de un verderón, al que desde aquí, haciendo gala de nuestra caballerosidad blanquirroja y como no podía ser de otra manera, enviamos nuestras condolencias a sus familiares.
Faltaría más.
Pues bien sabe don Antonio Burgos, porque se lo contamos muy detalladamente, que nuestra caballerosidad no proviene de los sevillistas del Pineda, como nos achaca, que fundaron ellos mismos motu del comandante Cuesta, fundador balompedista igualmente. Aunque sí probablemente de aquellas huestes verdiblancas que se tornaron -por arte de golpe fascista de hemeroteca- en blanquirrojas que pasaban bajo la ventana de doña Mercedes de Borbón, que debía sufrir un daltonismo agudo según hemos podido deducir de sus escritos, ya que don Antonio nos contaba que la Borbón se hizo bética a golpe de verlos pasar por delante de su real casa sita en el Paseo de La Palmera, cuando se dirigían a ver aquella cosa que ellos conocen como fútbol.
Pero desgraciadamente para la imaginación sin límites en la verditud profunda de don Antonio, cercano a la puerta de doña Mercedes, no había otro estadio que el llamado el de la Reina Victoria, sevillista, y difícilmente pasarían béticos en días de partido, cuando tenían su estadio a varios kilómetros de allí, en el campo del Patronato obrero, que de obrero tenía lo justito y pare usted de contar.
Qué cosas tiene don Antonio. Qué chasco se habrá llevado cuando le contamos que Sánchez Mejías era palangana de carné y que aquella cosa de la Generación del 27, con el famoso ‘Homenaje a Góngora’, la propició un tal Manuel Blasco Garzón, presidente sevillista y ministro republicano, como no podía ser de otra manera, perdone usted la rojitud en este caso.
Burgos es uno de los perpetuadores eternos y propagandista de la leyenda del esperpento al estilo de Gómez Bajuelo, que confunde intencionadamente con eso de la gloria, (ya sabe usted, don Antonio, de nuestra prepotencia endógena que nosotros en nuestra blanquitud conocemos como orgullo).
Y es que la gloria en el fútbol es otra cosa, don Antonio. Nada tiene que ver con esas historias, más bien histerias en su entender, de las idiosincrasias humildes y obreras, que en realidad ni fueron humildes ni obreras, sino más bien cercanas al rompan filas al grito de ¡ar! La gloria futbolística, Sr. Burgos, tiene más que ver con las toneladas de plata reluciente, con la hoy denostada Europa, con los puntos y con esa cosa rara que parece ser que no existe en su lenguaje balompedista, relativa a la “esferomaquia” en necesidad, que Azorín en alternativa al vocablo proveniente de la pérfida albión “football” bautizó muy castizamente, que se llama balón.
La gloria en esta ciudad es de color blanco, blanco níveo, blanco alba, blanco nuclear, blanco cegador. El que representa la pureza y lo inmaculado, el blanco aéreo, blanco etéreo y un pequeño ribetito en rojo. Lo siento por usted.
Sufre el síndrome del que llegó de fuera a la dual ciudad del río Guadalquivir, aunque también del arroyo Tagarete, llamada Sevilla: “tú hazte del equipo de los pobres”, y va el tonto y se lo cree. Después, cuando se entera de la verdad le cuesta rectificar y algunos, como don Antonio, incluso no dudan en chocar una y otra vez con ese muro de realidad llamado Sevilla Fútbol Club.
No le queda otra don Antonio. Esto es Sevilla, el blanquirrojo es su Club grande y aquí hay que mamar.
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Amigo Carlos si te dejo aquí escrito lo que pienso de este hombre lo mismo te pongo en un compromiso y te ves obligado a eliminar el comentario...Hace años que no leo nada de él, no merece la pena...y lo dejo porque me caliento.
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué grande, Carlos!! Hoy te has salido del pellejo!!! Abrazo. David Viique
ResponderEliminarAy,Burgos,gran fabulador y pergeñador de la literatura barata bética.
ResponderEliminarReúne lo peor del mal bajío verderón que es tomar siempre el nombre del Sevilla F.C. en vano.
Su padre fue sevillista,lástima que no aprendiera de él.
La pena que el sr.Burgos tiene es que no le donen las retinas un sevillista para que sus ojos hubiesen visto futbol del bueno y los tìtulos que no ha visto a su equipo.
ResponderEliminarUn saludo.MARINA
¿Por qué teneis tanto odio, palanganas? UN VERDERON
ResponderEliminarEse es vuestro problema,verderón....
EliminarEl odio es un sentimiento tan grande que no os lo mereceis digamos que sentimos lastima o verguenza de personas que son leidas o escuchadas por las masas y las utilicen sabiendo que les mienten.MARINA
Eliminarmucha tela don carlos, la rabia que tiene este personaje acumulado no se la deseo a nadie.
ResponderEliminarpero es lo que hay, y al que no le guste ajo y agua.
Saludos.
ResponderEliminarDe vuelta me hayo y pretendía comentar algo para el Sr. Burgos y su gracieta con la donación de un corazón.
Parece que salvar vidas solo es posible con los nuestros y a los otros... que se hodan.
Es así, es culto, escribe muy bien y la caga igual que el mejor garrulo.
Pero no me extiendo más porque los comentaristas de éste magnífico blogs pasamos por saber de todo un poco. Capaces somos de participar en programas, dicen, donde los contertulios dominan cualquier tema que se proponga. No como en otros blogramas donde, he podido comprobar, en saliéndose de la vía verde no existe vida. Solos en el universo y descohonados consigo mismos.
La Ouija que es muy misteriosa.
A/A D. Flamenco Rojo, compi, hay que leerlo y decirle que sus meteduras de pata, como hace D. Carlos, son monumentales y a veces, como es el caso, terribles y sangrientas.
Yo no le veo la gracia, Maese. Seguramente es que soy palangana y eso tiene sus limitaciones, reconozcámoslo
¿Huestes verdiblancas por la ventana...? ¡UF!
Cuidaros.
Compañero Ariza, sabes de más del pie que cojeo y los dos sabemos del que cojea el ínclito de marras...dejé de leerlo hace mucho tiempo porque columnistas como este lo único que me producía era una úlcera en el estomago.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo...y ya sabes, su envidia y resentimiento es nuestro orgullo.
Tengo que felicitar al señor Carlos
ResponderEliminarpor que hoy ha estado de lujo mejor imposible.
Para Burgos todo lo que huela a verde lo aprovecha al completo para fabricar esa propaganda barata impropio de un personaje que
se le presupone de una cultura selecta.
Además es un cínico pues se jacta de nombrar
personajes humildes cuando el es todo lo contrario.
¡MAGISTRAL!
ResponderEliminarNo se puede denominar de otra manera, la lección del supuesto alumno al maestro de pacotilla que verdea siempre por las hojas de ABC y casi siempre se suele columpiar cuando intenta manchar la imagen del GRANDE DE ANDALUCIA. Como otros muchos, Antonio Burgos, es de esa generación que con su pluma enmierda todo lo que se trata de nuestro club. Dicen que el mejor hace un borrón, aunque no sabía decir si éste es el mejor porque de vez en cuando se pasa cien pueblos.
LA ENVIDIA QUE ES MUY MALA.
No obstante, MAGISTRAL, la respuesta, como debe ser en un SEVILLISTA que se precia de conocer la Historia mejor que otros que la pasan de puntillas y recogen tan sólo lo que les interesa para difamar.
Un abrazo,
Fco. Borrego
PD. Me has alegrado la mañana.
Un individuo como Burgos no podría ser de otro equipo del que es.
ResponderEliminarUno de los "periodistas" mas embustero y fanatico verdolaga.....Es uno de los principales jefecillos de la Lechuga Mediatica
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