DESDE CHIQUETITOS
POR GUARDIANES DE LA MEMORIA.
Que insistamos sobre la importancia que tuvo 1913 para el Sevilla F.C. no es baladí. Ése año se fraguaron los cimientos de lo que florecería un año más tarde con las reformas estatutarias, la reformas internas de organización como Club y el despegue absoluto del resto de clubes de fútbol andaluces.
El Sevilla surgido de 1913, cuando decide señalar el camino a otros y tras 23 años de práctica footballista esporádicas, irregulares, amateurs puras, piensa que es el momento de reestructurarse (tiene base más que suficiente para ello desde hace mucho tiempo), modernizarse, fortalecer su papel de líder del balón en Sevilla y Andalucía y proclamar para siempre la supremacía que ya nunca abandonaría.
Miró Trepat, Gallegos, Alba… un trío insuperable para preparar el futuro absoluto de dominio en el Sur.
Con 17 triunfos de 20 ediciones, la Copa de Andalucía tuvo dueño y nombre, como señala orgulloso Alcocer en la foto. A partir de ahí, las distancias no hicieron más que crecer y hoy, un rato luz más tarde, son abismales.
Pero no solo comenzó el cuasi insultante avasallamiento del primer Equipo sino que, en todas las escalas posibles, la progresión exponencial de los palanganas no cesó de aumentar y acentuarse.
Manuel Chaves, Cronista Oficial de la Ciudad, nos informaba que en diciembre de 1913 el Sevilla F.C. constituía oficialmente su Cantera. Oficialmente, no lo olvidemos, porque los equipos inferiores la Sociedad de Foot-Ball (a secas, sin más etiquetas que sí se les debían colocar a los demás para diferenciarlos de la decana, de la veterana, de la primera), ya jugaban muy desde el inicio, desde, por ejemplo, 1909.
Como era norma no escrita, los nuevos clubes debían superar hasta dos categorías para tener el honor de enfrentarse a los titulares, a los mayores, a los grandes.
Pero 1913 también señaló el inicio de “categorías con categorías”, es decir, los mayores y los pequeños, los partidos entre iguales porque los más grandes ya habían hecho méritos para medirse a primer nivel y ya habían superado los primeros tests necesarios para ser considerados. El fútbol sevillano, por tanto, se nutre de varios clubes
Así, ése año comienza, aquí también, la supremacía de lo que más tarde se dio en llamar “Utrera Road Factory”, la CANTERA.
Y como primer encuentro “oficial”, los chavales de Blanco y Rojo señalan que delante, siempre, estarán ellos.
Ahí están los “pequeños”. Ahí se muestran orgullosos de pertenecer a sus sociedades.
Miren, no obstante, las imágenes de los equipos “infantiles” (que era una forma de llamarlos), porque nadie puede negar que por complexiones, tamaños y físicos eran grandes de verdad.
Esos “infantiles”, unos años más tarde, pretendieron subvertir un campeonato, apelando a razones inconfesables, y se volvieron a casa con 22 a 0 en uno de los mayores varapalos de la Historia del mundo balompédico de todos los tiempos.
Es que desde “quiquetitos” ya se vieron las formas que nunca nadie, en ninguno de los bandos, abandonaría.
SI TE GUSTA EL ARTÍCULO TUITÉALO.
Magníficas las aportaciones fotográficas de los equipos infantiles. Se sabe que estos jugadores podían tener de 14 a 18 años. No eran unos niños como nos han hecho creer. La imágenes, repito, son muy elocuentes.
ResponderEliminarPor lo que respecta al famoso partido del 22 a 0, conocemos que la clave estuvo en la predisposición de los jugadores béticos aleccionados desde su banquillo; la consigna era no dar al balón sino "cazar" a los jugadores contrarios. El árbitro -llegado desde Madrid y enviado por la federación- expulsó a cinco jugadores del RBB. Esto propició la munumental goleada.
Nada de esto se ha contado nunca y ya va siendo hora.
Saludos cordiales
Saludos.
ResponderEliminarVean que las "razones inconfesables" ya se han confesado.
Las piezas del puzzle, al final, siempre encajan aunque en la caja ponga "de 40 a 50 años".
Cuidaros.