¿Odio hacia el betis?
Hay quien desde esta página comenta el odio que, por parte de sevillistas, se le tiene al betis. Todo ello desde el punto de vista de los comentarios que aquí se hacen.
Es cierto que hay muchos comentarios que pueden llegar a ser lesivos, (todo lo lesivo que se pueda hacer desde la palabra), pero las aficiones de los equipos de futbol son como la vida misma: variada, de distinta idiosincrasia y pensamiento múltiple.
La afición, llegados a este punto, es lo que es una vez definida. La confusión llega cuando alguien quiere comparar la manifestación de uno o varios aficionados a la manifestación de un dirigente. La responsabilidad de la afición, (aunque existe), es limitada, pero la responsabilidad de un dirigente es infinita.
No es lo mismo que un grupo de aficionados exhiba una pancarta libremente, (allá donde la censura no exista como tal y puedan expresar lo que les venga en gana), a que un presidente de un club, directamente, sin pudor, lesione a la afición de un equipo rival, (en este caso hermano queramos o no), con comentarios hirientes.
Y este es el caso señores béticos, hasta este preciso momento no habéis sido capaces de comprender que no es lo mismo que un aficionado o varios del Sevilla FC manifieste su sentir, (de la índole que sea), a que vuestro presidente, (jadeado por vosotros mismo), en multitud de ocasiones, hasta la saciedad, haya vilipendiado al sevillismo denostadamente e incansablemente. ¿Qué esperan ahora?
Y no crean, (aquellos que tienen dos dedos de frente y son capaces de comprender esto), que el beticismo en general le reprochará esto a Lopera. No. Dense una vuelta por los foros sépticos y comprenderán que nada más lejos de la intención de la mayoría de los escribientes, que cuando se refieren a su ciudad, la llaman “cerdilla”, (o zebilla), allá donde viven y que si su mayoritaria consigue algún éxito deportivo, no duden que volverá a cargar contra la afición del Sevilla FC. ¿Alguien lo cuestiona? ¿Cuánto tiempo tardará Don Manué en arremeter contra el sevillismo? ¿Cuál será la reacción de la afición “arcatufíbora” ante eso? ¿Cómo reaccionará una vez más la directiva del Sevilla FC?
Pero insisto, no es la reacción de la afición, es la provocación de su presidente.
No digo, (no recuerdo muchas), que la directiva del Sevilla FC no haya metido la pata en alguna ocasión, pero nada comparado con lo que su presidente ha hecho, siendo la del lado sevillista, una afición que ha demostrado, de lejos, mucho más caballerosidad a lo largo de estos aciagos, terribles y negros quince años de odio eterno por parte de el bético del Fontanal que es quien ha representado al betis hasta ahora.
La mayor y más perfecta maquinaria de crear odio en las dos aficiones hermanas se llama y se llamará “Manuel Ruiz de Lopera y Ávalos”, (o al menos así le gusta que le llamen), con el aval de gran parte de vuestra afición y ese personaje está en el tejado bético, no en el sevillista.
Es cierto que hay muchos comentarios que pueden llegar a ser lesivos, (todo lo lesivo que se pueda hacer desde la palabra), pero las aficiones de los equipos de futbol son como la vida misma: variada, de distinta idiosincrasia y pensamiento múltiple.
La afición, llegados a este punto, es lo que es una vez definida. La confusión llega cuando alguien quiere comparar la manifestación de uno o varios aficionados a la manifestación de un dirigente. La responsabilidad de la afición, (aunque existe), es limitada, pero la responsabilidad de un dirigente es infinita.
No es lo mismo que un grupo de aficionados exhiba una pancarta libremente, (allá donde la censura no exista como tal y puedan expresar lo que les venga en gana), a que un presidente de un club, directamente, sin pudor, lesione a la afición de un equipo rival, (en este caso hermano queramos o no), con comentarios hirientes.
Y este es el caso señores béticos, hasta este preciso momento no habéis sido capaces de comprender que no es lo mismo que un aficionado o varios del Sevilla FC manifieste su sentir, (de la índole que sea), a que vuestro presidente, (jadeado por vosotros mismo), en multitud de ocasiones, hasta la saciedad, haya vilipendiado al sevillismo denostadamente e incansablemente. ¿Qué esperan ahora?
Y no crean, (aquellos que tienen dos dedos de frente y son capaces de comprender esto), que el beticismo en general le reprochará esto a Lopera. No. Dense una vuelta por los foros sépticos y comprenderán que nada más lejos de la intención de la mayoría de los escribientes, que cuando se refieren a su ciudad, la llaman “cerdilla”, (o zebilla), allá donde viven y que si su mayoritaria consigue algún éxito deportivo, no duden que volverá a cargar contra la afición del Sevilla FC. ¿Alguien lo cuestiona? ¿Cuánto tiempo tardará Don Manué en arremeter contra el sevillismo? ¿Cuál será la reacción de la afición “arcatufíbora” ante eso? ¿Cómo reaccionará una vez más la directiva del Sevilla FC?
Pero insisto, no es la reacción de la afición, es la provocación de su presidente.
No digo, (no recuerdo muchas), que la directiva del Sevilla FC no haya metido la pata en alguna ocasión, pero nada comparado con lo que su presidente ha hecho, siendo la del lado sevillista, una afición que ha demostrado, de lejos, mucho más caballerosidad a lo largo de estos aciagos, terribles y negros quince años de odio eterno por parte de el bético del Fontanal que es quien ha representado al betis hasta ahora.
La mayor y más perfecta maquinaria de crear odio en las dos aficiones hermanas se llama y se llamará “Manuel Ruiz de Lopera y Ávalos”, (o al menos así le gusta que le llamen), con el aval de gran parte de vuestra afición y ese personaje está en el tejado bético, no en el sevillista.
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