MEDIOCRIDAD A LA VUELTA DE LA ESQUINA.
Por Carlos Romero.
No quiero desmerecer otros problemas latentes. Están ahí, hay que solucionarlos, incluso he dado una visión personal de los mismos, vaya esto por delante en mi escrito, no sea que a alguien se le ocurra decir que todos los problemas los achaco a lo que voy a exponer. Nada más lejos de la realidad.
La vuelta a la época de la mediocridad es un peligro que está presente. Volver a esas cuestiones de la Liga particular con respecto al otro equipo de la ciudad realmente me horroriza. No es nuestra guerra, o al menos no debería serlo.
El Sevilla grande de los últimos tiempos (no olvidemos que el Sevilla FC ha sido grande en muchos otros periodos de la Historia) comenzó a serlo cuando el presidente, José María del Nido dijo aquello de la necesidad de olvidarse de los localismos.
Una consigna que hizo que nos despojásemos de la piel del catetismo más rancio que puede llegar a generar una ciudad dual, proyectando un Sevilla FC internacional con unas miras muy altas.
Decía el amigo Fran de @DatosSevillistas en Twitter que estamos cayendo en el juego de la prensa y del otro equipo de la ciudad y es algo en lo que estoy de acuerdo y comparto. Y esto se debe a dos razones fundamentales.
La primera que comentamos en diversas ocasiones, se debe a que la prensa local necesita de la igualdad de los dos clubes para incrementar sus beneficios y acaparar tajada informativa, por lo que siempre, incluso estando el otro club en Segunda División como hemos comprobado, lo ha seguido equiparando ante otro que paseaba a la ciudad por Europa con toda la repercusión que debe ser menester.
Esto es sangrante, pero es algo a lo que hemos estado acostumbrados desde siempre.
Pero la otra razón la encontramos en los seguidores del club verdiblanco cuyo objetivo fundamental es ser rival del Sevilla FC. No hay otro horizonte para ellos. E insisto, no es un juicio de valor por mi parte, ni algo que yo me invente, encontramos muchos testimonios y escritos donde esto lo tienen muy claro. Sus fundadores lo dijeron: "Fundamos el club para ser rivales del Sevilla FC".
Por lo tanto esto es santo y seña del club del Paseo de la Palmera y nuestro objetivo es muy distinto, excepto cuando caemos en sus redes que tienden perfectamente. Cuando coincide que el periodista es bético, apaga y vámonos.
He tenido algunos reproches por parte de algunos aficionados sevillistas que me recriminaban que con mis escritos quería acabar con eso que se viene en llamar "derbi", y lo entiendo perfectamente porque es algo que les resulta atractivo, pero lo atractivo, como es el caso, es algo que no beneficia en nada al Sevilla FC. El equipo sevillista es el único que tiene algo que perder en esos enfrentamientos, por algo es el grande.
El Sevilla FC ya ganó los derbis que tuvo que ganar, aplastó al rival en todos los registros habidos y por haber siempre desde que el otro club se fundó en 1908 y cuando creímos que era algo superado, vuelve a la palestra.
El binomio prensa y afición verdiblanca nos hacen volver a entrar en la espiral del localismo más rancio. Nos hacen distraernos de nuestras miras de equipo cosmopolita y universal (solo es universal el que traspasa fronteras de verdad y no de chichinabo) dándole vida y oxígeno, cuando en realidad los verdaderos derbis deben ganarse, no ya en esas cosas que llamamos "ligas particulares", sino en el terreno de los "copones divinos".
El Sevilla FC debe seguir olvidándose de esos localismos y las razones históricas las pueden ustedes encontrar en este mismo blog, cuyo objetivo es precisamente ese, informar de qué hemos sido, que han sido ellos y lo que significan, es decir, poco con respecto a nosotros, y todo lo demás son ilusiones de prestidigitador de la prensa y las pajas mentales de algunos.
¿Se me olvidan otras actuaciones complementarias a esta para que el equipo sea lo que antaño? No. Hablaremos de ello en otros artículos.
Hay gente feliz en esta ciudad por quedar por encima del Sevilla FC. Tras 371 jornadas y casi 10 años, se ponen 7 puntos por encima del Grande de Andalucía. Sigan siendo felices, todos esos años yo lo fui pero por otras razones.
SI TE GUSTA EL ARTÍCULO TUITÉALO