El Campo del Mercantil 1913/18
A principios del siglo pasado, las relaciones entre el Círculo Mercantil y el Sevilla FC tendrían una importancia capital. Los componentes del Mercantil con su presidente Montes Sierra a la cabeza, representaron un bastión importante en la corriente progresista en pos de una España republicana, que llega como una bocanada de aire fresco desde Europa, frente a una mornaquía vetusta, retrógrada y anquilosada en el pasado.
El Sevilla FC comulga plenamente con estos ideales y muchos de sus componentes son socios del Círculo. Ya José Luís Gallegos, primer presidente sevillista mantiene unas relaciones excelentes con Montes Sierra, llegando a tener una gran amistad y Don José Luís es responsable de la Sección de Festejos y Biblioteca de esta institución.
Dicha colaboración dará como resultado el fomento del deporte del foot-ball ante los habitantes de la ciudad y dicho juego se entiende entre estos como una representación del progreso y emblema de futuro.
La secretaría del Foot-Ball Club se instala en las dependencias del Mercantil y una caseta de feria que poseían en el Prado de San Sebastián sirvió como improvisado vestuario del antiguo campo. Sin embargo, otro socio del Mercantil, el catalán Jose María Miró Trepats, tercer presidente sevillista, con gran experiencia en la dirección de clubes futbolísticos en el norte de España, sería el que iniciase las gestiones con el Ayuntamiento para la cesión de los terrenos colindantes del Mercantil.
Todo esto ocurría en las postrimerías del año 1912, y ya a principios de 1913 se consiguió inaugurar el que se recordará como Campo del Mercantil sevillista.
Era un campo abierto y la entrada era libre. Se preparó una tribuna metálica como prolongación de la caseta de feria y que servía como de soporte para la cubierta que daba protección a los socios.
Para la inauguración se preparó un decorado de guirnaldas y banderitas y desde muy temprano la banda municipal amenizaba el evento. A las señoras y señoritas se les obsequió bouquets de violetas y rosas para los señores socios del Mercantil. El presidente, Miró Trepats hizo un bello discurso, del que se pueden recordar estas hermosas palabras:
"Nuestra norma es la disciplina; nuestro ideal, la victoria; nuestra aspiración, la fortaleza, y la admiración de los demás, nuestro premio".
Un equipo “rojo” , (en realidad vestido a rayas rojas y blancas), entendido como segundo equipo del football, se enfrentó al primer equipo de blanco impoluto, que al parecer ganaron.
El campo era en ese momento el único de la ciudad que tenía las medidas reglamentarias y que reunía las condiciones apropiadas para celebrar partidos importantes.
Grandes éxitos acompañarían al Sevilla Fc en este campo en el que se jugaron los primeros derbis oficiales frente a nuestro eterno rival. En la siguiente foto vemos al Sevilla Balompié en el campo del Mercantil. Sabemos esto porque al fondo puede verse la cúpula y la torre de la iglesia de San Bernardo. Obsérvese de nuevo que acompaña al equipo balompedista el señor Gallegos y esto no de extrañar, porque era de los pocos conocedores de las reglas internacionales de arbitraje y posiblemente arbitró ese encuentro.
El campo ocuparía parte de los aparcamientos públicos existentes en el Prado de San Sebastián, incluso parte de la estación de autobuses, en una orientación noreste a suroeste, tal y como podemos ver en la siguiente foto aérea:
Dicha colaboración dará como resultado el fomento del deporte del foot-ball ante los habitantes de la ciudad y dicho juego se entiende entre estos como una representación del progreso y emblema de futuro.
La secretaría del Foot-Ball Club se instala en las dependencias del Mercantil y una caseta de feria que poseían en el Prado de San Sebastián sirvió como improvisado vestuario del antiguo campo. Sin embargo, otro socio del Mercantil, el catalán Jose María Miró Trepats, tercer presidente sevillista, con gran experiencia en la dirección de clubes futbolísticos en el norte de España, sería el que iniciase las gestiones con el Ayuntamiento para la cesión de los terrenos colindantes del Mercantil.
Todo esto ocurría en las postrimerías del año 1912, y ya a principios de 1913 se consiguió inaugurar el que se recordará como Campo del Mercantil sevillista.
Era un campo abierto y la entrada era libre. Se preparó una tribuna metálica como prolongación de la caseta de feria y que servía como de soporte para la cubierta que daba protección a los socios.
Para la inauguración se preparó un decorado de guirnaldas y banderitas y desde muy temprano la banda municipal amenizaba el evento. A las señoras y señoritas se les obsequió bouquets de violetas y rosas para los señores socios del Mercantil. El presidente, Miró Trepats hizo un bello discurso, del que se pueden recordar estas hermosas palabras:
"Nuestra norma es la disciplina; nuestro ideal, la victoria; nuestra aspiración, la fortaleza, y la admiración de los demás, nuestro premio".
Equipo rojo que jugó en la inauguración del Campo del Mercantil. Puede observarse la decoración utilizada para la misma.
Un equipo “rojo” , (en realidad vestido a rayas rojas y blancas), entendido como segundo equipo del football, se enfrentó al primer equipo de blanco impoluto, que al parecer ganaron.
Primer equipo sevillista alineado. En la foto puede observarse, como en la anterior a Don José Luis Gallegos, que posiblemente arbitró el encuentro.
El campo era en ese momento el único de la ciudad que tenía las medidas reglamentarias y que reunía las condiciones apropiadas para celebrar partidos importantes.
Imagen en movimiento de los participantes en la inauguración. No existen demasiadas imágenes de este tipo en esa época.
Grandes éxitos acompañarían al Sevilla Fc en este campo en el que se jugaron los primeros derbis oficiales frente a nuestro eterno rival. En la siguiente foto vemos al Sevilla Balompié en el campo del Mercantil. Sabemos esto porque al fondo puede verse la cúpula y la torre de la iglesia de San Bernardo. Obsérvese de nuevo que acompaña al equipo balompedista el señor Gallegos y esto no de extrañar, porque era de los pocos conocedores de las reglas internacionales de arbitraje y posiblemente arbitró ese encuentro.
El campo ocuparía parte de los aparcamientos públicos existentes en el Prado de San Sebastián, incluso parte de la estación de autobuses, en una orientación noreste a suroeste, tal y como podemos ver en la siguiente foto aérea:
Dejo el post abierto para las ampliaciones de información que seguramente mis amigos aportarán.